Ningún comentario La estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) prevé invertir este año unos 363,72 millones de dólares (unos 339,7 millones de euros) en actividades de exploración y explotación de hidrocarburos, informó el Ministerio de Hidrocarburos y Energías de Bolivia.
La cifra equivale al 67% de los recursos totales de inversión con que cuenta la petrolera boliviana para 2024, precisó el ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina, según un comunicado de prensa de esa oficina.
"Esto refleja un enfoque significativo en la expansión y desarrollo de la industria de hidrocarburos en la región, destacando la importancia estratégica de este sector para la economía nacional", sostuvo Molina.
El "presupuesto de inversión programada 2024" establece que unos 276,79 millones de dólares serán ejecutados por la Casa Matriz de YPFB, otros 261,26 millones por sus filiales y subsidiarias y 90,90 millones serán invertidos por empresas operadoras, detalló el comunicado.
Los hidrocarburos para Bolivia
El ministerio recordó que desde 2021 la petrolera estatal tiene en marcha un 'Plan de Reactivación del Upstream (exploración y producción)' para "restablecer las reservas de gas" del país y aumentar la producción de hidrocarburos.
Mediante este plan, YPFB busca ser "líder en exploración y producción en el país, superando a cualquier competidor internacional", agregó.
El citado plan incluye 42 proyectos exploratorios en diversas regiones para incrementar la producción de hidrocarburos.
Al menos en las dos últimas décadas, el gas natural fue el producto estrella de exportación de Bolivia y el sustento de su crecimiento económico, con Brasil y Argentina como principales mercados, pero en los últimos años se ha advertido una disminución en la producción y los ingresos.
La producción de gas natural pasó de 56,6 millones de metros cúbicos diarios (MMm3d) en 2016, con una renta petrolera de 1.755 millones de dólares, a 31,9 MMm3d en 2023 alcanzando un ingreso de 2.048 millones de dólares, según información difundida en diciembre pasado por la estatal petrolera.
Además, Bolivia registra actualmente una baja producción de líquidos en los campos petroleros y gasíferos, por lo que debe importar combustibles líquidos que luego se venden a precios subvencionados en el mercado interno, un gasto que cada vez le pesa más al Estado.
Según el Ministerio de Hidrocarburos y Energías, desde 2015 se requería desarrollar nuevas labores de exploración de hidrocarburos, lo que no ocurrió y se generó un "vacío en la reposición de las reservas de gas natural", ante lo cual se puso en marcha el 'Plan de Reactivación del Upstream'.
La petrolera boliviana invirtió 539,74 millones de dólares durante 2023 en distintas actividades de la cadena de hidrocarburos, según la misma fuente.
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