El vaciamiento de Endesa se lleva por delante a uno de los hombres fuertes de Enel. El consejero delegado de la eléctrica española, Andrea Brentan, ha dimitido tras cinco años duros al frente de la compañía. El anterior CEO de Enel, Fulvio Conti, colocó a Brentan para que controlara Endesa. Era el hombre que el Gobierno italiano puso a comandar la eléctrica junto al español Borja Prado.
El binomio ha funcionado todos estos años, pero la penosa situación del mercado eléctrico español y la lastimosa situación de la deuda de Enel, han hecho cambiar el panorama de la empresa. La mitad de los activos han pasado a manos de Enel y han dejado Endesa hecha un solar, con solo los activos de España y Portugal.
Ahora este binomio se ha roto. Prado ya no tiene a Brentan. De momento, el presidente de Endesa aguanta, pero ¿hasta cuándo? Si a Brentan se le queda pequeña Endesa y dimite de su cargo, a Prado le sucede tres cuartas partes de lo mismo. Los rumores saltaron nada más conocerse la noticia de la dimisión del CEO de la compañía. ¿Será Prado el siguiente en salir? ¿Le merece la pena a Prado continuar como presidente con una Endesa desmantelada?
Estas preguntas corren ahora por la rumorología del sector. Si finalmente decide irse, la noticia podría trastocar los planes de Enel con la compañía. Es decir, podría afectar de lleno a la OPV. Descabezar a Endesa sería una noticia que el mercado no se lo tomaría bien, pero quien sabe lo que pasa por la cabeza del presidente de Endesa.
En el último año han sido varias las informaciones de que Prado estaba interesado en hacerse con el control de Repsol. Quería el trono que posee Antonio Brufau, pero al final no lo consiguió. Desde luego si sus aspiraciones son aún mayores, con una Endesa tan pobre es difícil creer que continúe mucho tiempo en la eléctrica. El tiempo será el que juzgue y ponga a cada uno en su sitio.
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