La compañía alemana Bosch invertirá 500 millones de euros en tecnología de pilas de combustible estacionarias, que se utilizan normalmente en centrales eléctricas, aunque también sirven para suministrar electricidad a centros de datos y grandes edificios, entre otros.
Según ha indicado este jueves la empresa, espera poder sacar al mercado mundial estas pilas a partir de 2024, y cree que pueden alcanzar un valor de 20.000 millones de euros en 2030.
Además, mantiene su apuesta por el hidrógeno, y confía en comenzar la comercialización de las pilas de combustible de hidrógeno para camiones a partir de 2022, después de dos años de producción a gran escala de este componente.
La apuesta de Bosch
Aparte del hidrógeno, la compañía ha comenzado un proyecto en colaboración con el grupo Volkswagen para equipar fábricas de celdas de batería en toda Europa, con el objetivo de ser líder en costes y sistemas de baterías en el continente.
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