Brasil busca atraer inversiones niponas para desarrollar sus industrias de la energía solar y del coche eléctrico, entre otros temas tratados por los ministros brasileños y los empresarios japoneses en un encuentro celebrado en Tokio.
Así lo explicó en una entrevista a Efe el ministro brasileño de Minas y Energía, Fernando Coelho Filho, tras participar en un seminario con empresas y entidades niponas organizado en la capital nipona en el marco del primer viaje oficial al país asiático del presidente de Brasil, Michel Temer.
Coelho expuso a las compañías niponas las "grandes oportunidades de inversión" que supone Brasil gracias a sus "privilegiados recursos energéticos desde el punto de vista hídrico, eólico y solar, y también para energía térmica y nuclear".
Brasil "aspira a ampliar su matriz energética en las renovables", y en este sentido "Japón tiene valiosa tecnología y experiencia que aportar, sobre todo en cuanto a energía solar", destacó Coelho, quien estuvo acompañado en el acto por el ministro de Desarrollo, Industria y Comercio, Marcos Pereira, y por el de Transporte, Mauricio Quintella.
Pese al alto potencial brasileño de generación energética solar, este sector "aun no está lo suficiente desarrollado y empieza a suscitar interés de empresas extranjeras", y en este sentido "Japón podría ayudar a lograr un rápido crecimiento", según el ministro.
La tecnología del coche eléctrico, en la que es puntera la industria nipona, es otro de los sectores que Brasil aspira a desarrollar con la ayuda de empresas niponas que ya cuentan con plantas en el país como Toyota, Honda o Nissan.
"Brasil es una potencia en la generación de biocombustibles, pero el coche eléctrico ha tomado mucha fuerza y en ese sentido Japón tiene mucho que aportar", dijo el ministro.
En el seminario celebrado en Tokio también se trataron oportunidades de inversión en otros sectores designados como "prioritarios" por el Ejecutivo brasileño como los del petróleo o el gas, así como los de la minería o la construcción de aeropuertos y vías férreas.
En el acto estuvieron presentes empresas como el grupo Mitsui, Mitsubishi y Nissan, así como algunas de las principales entidades comerciales y conglomerados financieros nipones, y responsables de la Agencia nipona de Cooperación Internacional (JICA) y del Ministerio de Economía, Comercio e Industria (METI).
"Queremos aumentar la participación de las empresas que ya están instaladas en Brasil, y atraer las inversiones de otras que aún no han entrado", subrayó Coelho, quien también señaló la "prudencia" que suele caracterizar a las compañías niponas.
De este modo se quiere incrementar el volumen de inversiones niponas en Brasil, que ascendió a 2.516 millones de dólares (2.283 millones de euros) en 2013, según los últimos datos disponibles del Ejecutivo nipón.
Por ello, la delegación brasileña hizo hincapié en ofrecer a las empresas e instituciones niponas una imagen de "capacidad de resolver problemas" y de "diferencia con el pasado", desde que Temer asumió de forma definitiva la presidencia de Brasil a finales del pasado agosto.
"Hemos conseguido atravesar una crisis política de manera sobria y avanzamos en el equilibrio de las cuentas públicas. En el futuro volveremos a retomar el crecimiento, y para ello contamos con la empresas brasileñas y extranjeras", afirmó el ministro.
La agenda de la delegación ministerial brasileña incluye otros encuentros con representantes políticos y del sector privado nipón, mientras que el presidente se reunirá el miércoles con el emperador japonés Akihito y con su homólogo nipón, Shinzo Abe.
La visita oficial de Temer es la primera de un jefe de Estado brasileño a Japón desde 2008, y llega después de la cancelación de dos viajes previstos en 2013 y 2015 por su predecesora en el cargo, Dilma Rousseff, debido a problemas internos en el país latinoamericano.
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