Bruselas ha reiterado la necesidad de reforzar las interconexiones eléctricas de España con el resto de Europa como parte de su estrategia para garantizar una energía asequible, segura y sostenible en la región.
Según la Comisión, la falta de infraestructura transfronteriza ha generado notables desigualdades en los precios de la electricidad entre diferentes regiones de Europa. Actualmente, la integración del mercado eléctrico europeo genera un beneficio anual de aproximadamente 34.000 millones de euros, pero la Comisión estima que este monto podría aumentar hasta 40.000 millones si se mejoran las interconexiones. No obstante, para lograr este objetivo será necesario invertir alrededor de 584.000 millones de euros en redes eléctricas en la presente década.
De ahí que uno de los puntos clave del Plan Industrial Limpio (Clean Industrial Deal) sea el "Plan de Acción para una Energía Asequible" (Action Plan For Affordable Energy), el cual propone medidas concretas para reducir los precios de la electricidad a corto plazo, acelerar reformas estructurales y mejorar la eficiencia del sistema energético europeo. La Comisión también destaca la importancia de alcanzar un uso más eficiente de la infraestructura existente, asegurando que al menos el 70% de la capacidad de las interconexiones esté disponible para el comercio transfronterizo. Actualmente, la mayoría de los Estados miembros están lejos de cumplir con este objetivo.
Apoyo financiero
Entre los proyectos prioritarios se encuentra el incremento de la interconexión de la Península Ibérica con el resto del continente. Bruselas insiste en que esta medida es crucial para lograr una verdadera Unión Energética, que beneficie a todos los ciudadanos europeos con un suministro más seguro y asequible. Para ello, la UE continuará brindando apoyo financiero a través del mecanismo "Connecting Europe Facility", con el fin de acelerar la ejecución de los proyectos en curso y diseñar nuevas iniciativas.
Sin embargo, persisten importantes desafíos. Uno de ellos es la resistencia de algunos países —como por ejemplo Francia con las interconexiones con España más allá del cable submarino de Vizcaya— a compartir los costos de las interconexiones, lo que ha llevado a retrasos en la implementación de proyectos clave. Además, la necesidad de obtener permisos administrativos y la oposición local en ciertas regiones también han complicado la expansión de las redes energéticas.
Nuevas redes
Bruselas también subraya la importancia de diversificar las fuentes de energía y aumentar la capacidad de almacenamiento, lo que permitirá una mayor flexibilidad en el sistema eléctrico y reducirá la dependencia de los combustibles fósiles. La Comisión destaca que, además de la electricidad, es fundamental invertir en nuevas redes de hidrogeno, carbono y calefacción local para acompañar la transición energética.
El fortalecimiento de las interconexiones no solo beneficiará a España, sino a toda Europa, al permitir una mejor distribución de la energía y evitar picos de precios en los mercados. Además, una mayor interconectividad contribuirá a la seguridad energética de la región, reduciendo la vulnerabilidad ante posibles crisis de suministro.
Asimov
21/02/2025