Cae la cifra de directivos de energía que ven posible llegar a las cero emisiones en 2050

El 32% de los ejecutivos de las empresas de energía y recursos naturales consideraron en 2024 que el mundo logrará alcanzar las cero emisiones netas de CO2 en 2050, un porcentaje más pesimista que el de otros años, que oscilaba entre el 40 y el 50%, pese a las inversiones récord realizadas.

Esta es una de las conclusiones de una encuesta realizada por la consultora tecnológica Bain & Company a más de 700 ejecutivos del sector.

Más del 40% de estos ejecutivos cree que no se alcanzarán las cero emisiones netas hasta 2070 o más tarde, frente al 31% que pensaba así el año anterior.

De media, los directivos consultados prevén que el pico del petróleo se alcanzará en torno a 2038 y a partir de entonces la producción dejará de crecer, una señal de que esos profesionales del sector esperan que otros activos desempeñen un papel crucial para satisfacer la demanda de energía en un futuro próximo.

Hacia las cero emisiones

Para el socio de Bain & Company Alessandro Cadei, los resultados de esta edición de la encuesta muestran que "lo que se ha descrito como la transición energética se entiende mejor como el doble reto de suministrar volúmenes cada vez mayores de energía y, al mismo tiempo, impulsar la descarbonización".

El informe concluye, asimismo, que la etapa del entusiasmo por las inversiones medioambientales, sociales y de gobierno corporativo está dando paso a un enfoque más duro de la rentabilidad de la inversión, con presupuestos más ajustados, balances limitados y costes de capital al alza, que obligan a las empresas a tomar decisiones difíciles sobre por qué área apostar.

Los ejecutivos siguen afirmando que el principal obstáculo para ampliar su negocio de energía orientado a la transición es encontrar suficientes clientes dispuestos a pagar precios más altos para crear un rendimiento sobre la inversión realizada o ROI suficiente.

Otros problemas son la falta de apoyo de los accionistas o las normativas gubernamentales, así como la falta de liquidez o capital.