La pasada semana el mismísimo presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, fue el encargado de anunciar una nueva subasta de renovables de unos 3.000 MW para eólica y fotovoltaica.
Una semana después de adjudicar 3.000 MW a la eólica en la primera subasta, el Gobierno ha decidido sacar adelante otros 3 GW de potencia renovable ante la increíble demanda por estos megavatios.
En la primera, según datos del Ministerio de Energía, se presentaron ofertas por 9.000 MW y solo se daban 3.000. Unos 6.000 MW se quedaron fuera, y muchos de ellos, más de la mitad fueron a precio cero, es decir, que fueron al precio mínimo permitido, lo que se denomina precio suelo.
Fuentes del sector aseguran que acudieron más de 3.000 MW de energía solar fotovoltaica a precio cero.
De momento, el Gobierno ha anunciado la nueva subasta que será muy parecida a la última celebrada el pasado día 17. Pero puede haber cambios. Sobre todo si se quiere que de verdad entren los megavatios fotovoltaicos que se quedaron con las ganas en la anterior subasta.
El secretario de Estado de Energía, Daniel Navia, aseguró que la nueva subasta tendrá algún cambio respecto a la anterior, pero que en gran medida será muy parecida a la anterior.
Eso es lo que a la industria fotovoltaica no le da entera confianza. Si todo sigue igual que antes, podría quedarse también fuera si deciden entrar otros 3.000 MW eólicos a precio cero.
Pero, ¿qué es necesario para que entre la fotovoltaica? Fuentes del sector aseguran que la solución no estará en las horas de funcionamiento porque el Gobierno no entrará a cambiar la propuesta de la primera subasta.
Ni tampoco estará en dar a cada tecnología una serie de megavatios, ya que el Gobierno ha dicho que competirán ambas tecnologías.
Sin embargo, existe una posible modificación que salvaría a la fotovoltaica de la quema. Esa solución pasa por reducir el precio suelo o incluso quitar el límite, el suelo, y que cada tecnología puje por el precio negativo que crea conveniente.
Esta fue de una de las peticiones que realizó UNEF al Gobierno cuando alegó en la primera subasta de 3.000 MW. Y ahora será el arma que utilizará para tratar de convencer al Gobierno.
La fotovoltaica cree que se podrían dar incluso mejores precios, más baratos, si se llevan a cabo un par de retoques a la orden que reglamenta la subasta.
¿Será el Gobierno capaz de dar esa alegría a la fotovoltaica? ¿Continuará el ministro Nadal defenestrando a esta tecnología? ¿Se llevará en julio la fotovoltaica algún megavatio?
Lo que está claro es que al Gobierno le salen las cuentas para dar otros 3 GW de renovables sin que le cueste un euro al consumidor final.