El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, devengó una retribución de 3,93 millones de euros en 2023, un 5% menos en comparativa interanual, según el informe financiero anual dado a conocer este jueves por la compañía con motivo de la publicación de los resultados del último ejercicio.
De esa cantidad, 1,2 millones de euros corresponderían a su retribución fija; 1,055 millones, a la variable a corto plazo; 1,009 millones, a la variable a largo plazo; 354.000 euros por su pertenencia al consejo y a comisiones, y 312.000 euros por otros conceptos.
En otros conceptos se incluyen las remuneraciones en especie, el importe de las acciones percibidas con arreglo al plan de compra de acciones por los beneficiarios de los programas de incentivo a largo plazo, así como las aportaciones al plan de pensiones de Repsol, un sistema de ahorro a largo plazo con derechos económicos consolidados.
Las retribuciones de Repsol
A esas cantidades se sumarían los 247.000 euros aportados en 2023 en el Plan de Previsión de Directivos, un sistema de ahorro a largo plazo con derechos económicos no consolidados.
Por su parte, el presidente no ejecutivo de Repsol, Antonio Brufau, vio reducida su retribución un 26%, hasta los 2,093 millones de euros, de los cuales 1,747 millones fueron por su pertenencia al consejo de administración, y 346.000 euros, por otros conceptos.
En total, la retribución al consejo de administración del grupo cayó en torno a un 6%, hasta rondar los 11 millones de euros frente a los 11,68 millones de 2022.