El Gobierno chino cerrará el próximo mes de octubre la única mina submarina de carbón del país dentro de sus esfuerzos para recortar el exceso de capacidad de producción este mineral, informó el Diario del Pueblo.
La clausura de la mina Beizao, ubicada en la provincia de Shandong (este), forma parte de la reconversión industrial iniciada por las autoridades chinas el pasado año en el sector del acero y del carbón, por exceso de capacidad.
Propiedad del grupo minero Shandong Energy Longkou, Beizao dejará de extraer carbón del fondo marino el próximo mes de octubre después de treinta y cuatro años en funcionamiento, período durante el cual ha producido más de 8 millones de toneladas de carbón, pero en los últimos años había bajado su producción.
El director de la mina, Li Gongjian, explicó a la cadena estatal de televisión CCTV que los costes operativos de la explotación son hasta tres veces superiores a otras minas.
Y es que el pozo está cinco kilómetros mar adentro, y para llegar a él los mineros deben bajar por un ascensor 180 metros y luego tomar un tranvía que los lleva durante 20 minutos en el subsuelo por debajo de las aguas.
Li explicó que, a pesar de estos costes tan superiores, la mina se abrió en un momento en que China estaba muy necesitada de energía para su desarrollo, además de que el país pudo presumir de ser el quinto en el mundo de operar una explotación de este tipo, que requiere de tecnología sofisticada para prevenir la inundación de los pozos.
La compañía tiene previsto reubicar a algunos de 1.580 trabajadores que emplea en la actualidad, pero no determinó a cuántos de ellos ni dónde lo hará.
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