España lleva días inmersa en la que los expertos consideran ya la peor ola de calor en un mes de junio de los últimos 20 años, que ha llevado buena parte del territorio a encontrarse en aviso amarillo o naranja por altas temperaturas.
Este tipo de fenómenos meteorológicos suelen traer consigo importantes incrementos en la demanda de electricidad, que se dispara por el uso del aire acondicionado y que cada año ponen de manifiesto el papel estratégico del gas para la generación eléctrica como garante de la seguridad de suministro en la matriz energética española.
La importancia de los ciclos combinados
Según datos de Enagás, la demanda de gas natural para generación de electricidad alcanzó este jueves 16 de junio un nuevo máximo histórico de 770 GWh, tras el del día anterior, miércoles 15, con 764 GWh, que superaba ya el récord de 754 GWh registrado el 20 de junio de 2008. El fuerte incremento de la contribución del gas para atender la alta demanda de electricidad ha estado acompañado de una baja producción de la generación renovable.
De forma agregada, y atendiendo a la información que ofrece Redeia, desde el pasado lunes y hasta ayer jueves, los ciclos combinados han generado el 36,3% de la electricidad del sistema peninsular español, siendo la primera tecnología, superando al conjunto de lo producido por hidráulica, eólica, solar fotovoltaica y solar térmica (31,8%). La generación nuclear ha sido la segunda tecnología con una aportación del 17,5% del total.
La eficiencia de las renovables
Por todo lo anterior, es relevante destacar el papel estratégico que el gas, a través de los ciclos combinados, ejerce a la hora de evitar posibles colapsos de nuestro sistema eléctrico en situaciones extremas como la actual, por su alta flexibilidad y eficiencia para garantizar el suministro a hogares e industrias.
La indisponibilidad de las renovables – como observamos estos días debido a factores meteorológicos, típicos de la temporada estival o durante los períodos de temperaturas mínimas invernales – precisa de la existencia de una capacidad de generación de respaldo, que ofrezca un suministro continuo y dé estabilidad al sistema eléctrico. Desde Sedigas defendemos que su papel seguirá siendo fundamental en el proceso de transición energética como respaldo a la integración masiva de energías renovables.
El papel transformador del gas en la transición energética
Recientemente, fuentes del Gobierno han apuntado a que la actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) incluirá no solo el gas natural, sino también los gases renovables como el biometano o el hidrógeno verde, como fuentes de energía clave en la transformación del mix energético español. Este plan ha fijado unos objetivos ambiciosos de generación eléctrica renovable del 74% en 2030, pero sin olvidar la necesidad de garantizar la seguridad de suministro.
Es por ello por lo que cuenta con los ciclos combinados, con una capacidad instalada hoy de 26.000 MW, porque seguirán siendo imprescindibles para llevar a cabo el proceso de transición ecológica de una forma ordenada y segura.
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