Aunque los coches eléctricos cada vez tienen más presencia en el mercado, sobre todo si echamos la vista cinco años atrás, hay quien todavía ve con cierta prudencia su adquisición. De ahí que la tecnología híbrida enchufable se haya postulado, prácticamente en este mismo lustro, como la perfecta opción intermedia. Más desde que la DGT decidiera emparejarlos en lo que a etiqueta medioambiental se refiere (lucen el sello CERO) con todas las bondades que ello implica. No solo eso, sino que los phev también cuentan con la bonificación del Plan Moves III obteniendo hasta 5.000 euros de ayuda si se entrega un coche antiguo para achatarrar.

Quizá por ello, los híbridos enchufables han aumentado sus ventas en lo que va de año en un 46,1% aunque comenzaron este curso con mejoras de hasta un 85%. En total, en lo que va de 2022 se han matriculado nada menos que 14.959 unidades representando un 5,37% del mercado total. Eso en un mercado que tiende a la baja y con un tipo de vehículo que suele ser entre 10.000 y 15.000 euros más caro que los semejantes de combustión.

¿Cuándo interesa un phev?

Hasta aquí todo parece claro y, seguramente, sea conocido por todos pero es justo en el punto siguiente en el que empiezan a surgir las primeras dudas. ¿Me renta adquirir un híbrido enchufable por delante de un modelo de combustión o, incluso, por delante de un eléctrico? La respuesta a esta cuestión depende, en la mayoría de casos, del uso que le demos al entramado eléctrico.

Y es que hacer un uso diario de la energía acumulada en la batería se torna clave para que la rentabilidad de un coche eléctrico sea cada vez mayor para conseguir así un coste por kilómetro bajo si lo comparamos con un diésel o gasolina. Pero ojo, pues para conseguir ese coste tan bajo será vital que lo tratemos como lo que es, un enchufable. Si simplemente adquieres un phev para lucir la etiqueta no vas a rentabilizar nunca su sobrecoste.

De hecho, según la OCU, un phev se empieza a rentabilizar a partir de los 140.000 kilómetros así que cuantos más kilómetros consigas hacer en eléctrico, menos tardarás en rentabilizarlo y para ello es vital tener un enchufe siempre a disposición para moverse con la energía acumulada. Un estudio que, eso sí, elaboró antes de que los precios de la gasolina y el diésel alcanzase máximos históricos. Sea como fuere, la conclusión es clara, adquirir un phev viene siempre ligado a la necesidad de tener un punto de carga próximo y de poder circular con el modo EV el mayor tiempo posible.

Solo así conseguirás obtener un coste por kilometraje bajo, el cual podría ser de aproximadamente 8 euros para cubrir los 100 primeros kilómetros en el caso de un modelo como el que tenemos en nuestro vídeo, el nuevo 308 Hybrid en su versión de 225 CV y que homologa 60 kilómetros en modo cero emisiones. En la práctica, podrás cubrir 50 kilómetros en dicho modelo lo cual te supondrá un gasto de 2 euros para una tarifa de luz de 0,17 ct/kW. De hecho, si tienes en cuenta que según los estudios europeos, diariamente se recorren en España 52 kilómetros, podrías tener un gasto un tercio inferior al de un conductor que tenga un 308 de combustión.

Ampliemos no obstante el espectro y digamos que realizas 100 kilómetros. Pues te gastarías en total 6 euros a razón de un gasto medio real de 3,5 l/100 km. El resultado conjunto será inferior a los 8 euros que son casi 2,5 euros menos que con el 308 de gasolina y 0,50 ct menos que con el BlueHDi, eso sí, ambos con 130 CV.

En definitiva

Con todo y como te contamos en este vídeo práctico, para adquirir un híbrido enchufable has de tener en cuenta tener siempre a tu disposición un cargador (ojo, si encima es público y gratuito no tendrás que pagar nada) a lo que puedes sumar un modelo como este 308 Hybrid que admite cargas hasta de 7,4 kW lo que se traduce en un tiempo de espera de menos de 2 horas para obtener el 100%.

Otro aspecto fundamental, no abusar del kilometraje total. Cuantos más kilómetros hagas con un phev empleando solo el motor de combustión, más te costará rentabilizarlos porque una vez agotada la batería tendrás que arrastrar el peso extra del entramado eléctrico. Solo si consigues sacar todo el partido del entramado eléctrico conseguirás rentabilizarlo a corto-medio plazo.