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En renovables, siempre he defendido que la calidad de una norma se mide en MW. Las palabras se las lleva el viento. Huyamos de preámbulos llenos de buenas palabras y midamos las normas según las autorizaciones administrativas de proyectos renovables. La transición energética se hace sobre el terreno y en el tejado.

Ahora que ha pasado casi un año desde la aprobación del Decreto-Ley 24/2021, que modificó la normativa catalana para la tramitación administrativa de proyectos renovables, cabe preguntarse, ¿cómo vamos?

Veamos los datos, dejando de lado en este caso los parques que van por tramitación Ministerial. Actualmente hay en Catalunya un total de 99 proyectos solares y 6 proyectos eólicos que han pasado o se encuentran en trámite de información pública. Hace un año había 8 solares y ninguno eólico. Si miramos en potencia, hay actualmente 1.549 MW solares y 205 MW eólicos. Por lo tanto, no cabe duda de que algo hemos avanzado.

No obstante, seamos cautelosos. Para empezar ¿qué quiere decir que un proyecto esté en información pública? Pues que se trata de proyectos que han obtenido los informes de suficiencia (muy estrictos en el caso catalán), es decir, que la administración catalana considera que los proyectos reúnen los requisitos para seguir adelante y que ahora van a escuchar comentarios de cualquier potencial interesado, para luego realizar la tramitación sustantiva.

Tras esa fase, aún hay que pasar el informe de impacto ambiental -salvo para proyectos pequeños-, el trámite urbanístico, obtener la licencia de construcción, además del mayúsculo reto de obtener y mantener el punto de conexión en un territorio donde la distribuidora, en proyectos sobre terreno, no está ayudando en nada…

En definitiva, salida a información pública no equivale a autorización, si bien cabe asumir que más de la mita de los proyectos que salgan a información pública acaben siendo aprobados. De hecho, todos los proyectos que salieron a información pública antes del 20 de octubre de 2021 han sido ya autorizados.

Pocos proyectos, pero a más

Si miramos justamente los proyectos ya aprobados, vemos que hay un total de 24 proyectos solares que ya cuentan con los permisos necesarios para ser construidos, aunque suman solo 66 MW. Peor es el caso eólico, donde ningún proyecto ha sido autorizado con la nueva normativa. De los solares, el que menos ha tardado en tramitarse, un pequeño proyecto en Tarragona, lo ha conseguido pasando en solo 3 meses y 1 día de la apertura de la información pública a la obtención de la autorización. El proyecto más grande autorizado tiene 14,5 MW y está ubicado en Constantí (Tarragona), desarrollado por el grupo Comsa.

Si analizamos los datos por territorios, de los parques solares en tramitación, 17 están en la provincia de Barcelona (sumando 341 MW), 9 en la provincia de Girona (58 MW), 40 en Lleida (792 MW) y 33 en Tarragona (357 MW). De los autorizados, 4 en Barcelona (10 MW), 4 en Girona (8 MW), 7 están en Lleida (11 MW) y 9 en Tarragona (36 MW). En cuanto a parques eólicos, se tramitan en Tarragona (111 MW), 1 en Lleida (45 MW) y 1 en Girona (49 MW). Por tamaños, 58 proyectos son de menos de 5 MW (120 MW) y 41 de más de 5 MW (que suman 1.429 MW).

Catalunya sí que puede presumir de datos en materia de autoconsumo. Primero, por el hecho de ofrecer datos de forma transparente y actualizada, a través del Registro de Autoconsumo de Catalunya, siendo de las pocas autonomías que ofrece información pública tan actualizada y detallada. La transparencia siempre es positiva para poder medir la temperatura de la transición energética en los tejados. Y segundo, porque las cifras son muy alentadoras, con 33.313 instalaciones de autoconsumo realizadas, que suman 496 MW (de los que 267 MW son solares y el resto cogeneración, residuos e hidráulicas).

Y por tanto, ¿cómo vamos?

El objetivo que se ha marcado Catalunya es de tener construidos y conectados 7.000 MW solares y 5.000 MW eólicos para el año 2030. Si se alcanzara, se generarían unos 20 TWh al año con renovables, aproximadamente un 40% de cobertura de la demanda, un objetivo muy poco ambicioso si se compara con el 74% que ha planteado España (y que a su vez incluye el 40% catalán). Además, ese 74% del PNIECC está ahora siendo revisado y seguramente aumentará.

Actualmente, Catalunya tiene instalados 1.271 MW eólicos y 536 MW solares, de los que 269 MW son sobre terreno y 267 MW son de autoconsumo. Es decir, Catalunya necesita instalar entre ahora y el 2030 un total de 3.729 MW eólicos y 6.464 MW solares para llegar a unos objetivos de aprobado raspado.

Si consideramos que un parque eólico tarda 3 años desde información pública hasta construcción y uno solar 2 años (aunque los menores de 5 MW seguramente tarden menos de un año), para llegar al 2030, hay que hacer los deberes en solar antes del 31 de diciembre de 2028 y en eólica del 31 de diciembre de 2027. Quedan, por tanto, 5 años para la eólica y 6 para la solar. Si contamos 250 días laborables, resultan 1250 días para eólica y 1500 días para la solar. Por tanto, habría que tramitar 2,9 MW eólicos al día y 4,3 MW solares que luego fueran autorizados (en realidad habría que multiplicar esa cifra x 1,3-1,5 porque no todo lo que sale a información pública termina autorizado).

Conclusión

Mirando los números, es fácil llegar a la conclusión de que va a resultar absolutamente imposible cumplir los objetivos únicamente con parques solares inferiores a 5 MW e instalaciones de autoconsumo. La clave, en MW y MWh, que al final es lo que importa, va a estar en los parques por encima de 5 MW (que, por ejemplo, en solar, representan un 41% de los parques solares pero un 92% de la potencia en tramitación). Sin esos parques grandes, no se podrá reemplazar de forma sustancial con energía renovable la energía fósil que genera contaminación, precios caros y grandes ingresos para los dictadores que controlan el gas.

En definitiva, hay que mantener el ritmo de tramitación para parques de menos de 5 MW y para instalaciones de autoconsumo, para conseguir una transición energética lo más distribuida y con menor impacto territorial posible. Pero no cabe duda de que, sin plantas de mayor tamaño, va a resultar totalmente imposible alcanzar los tímidos objetivos de renovables de Catalunya.

Tampoco sin parques eólicos, con mayor número de horas equivalentes y con una curva de carga que se complementa bien la solar. Por ahora, el primer año de Decreto-Ley sitúa a Catalunya en el camino correcto. Para poder asumir el reto administrativo, es imprescindible aumentar el personal responsable de tramitar los proyectos renovables. El reto es acelerar el ritmo. Cuestión de ejecución. La emergencia climática no espera.

Daniel Pérez Rodríguez es abogado especializado en el sector eléctrico.

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2 comentarios

  • Lluc

    Lluc

    30/10/2022

    Un análisis impoluto. Me lo guardo para enseñárselo a todos los que predican el mantra, por egoísmo o por pura ignorancia, de "rEnoVabLEs sÍ, pErO aSí NO"
  • Diego

    Diego

    11/11/2022

    Y de lo Girona ya no tiene nombre...

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