El secretario de Estado de Energía, José Domínguez Abascal, ha viajado a Bruselas este martes para verse con el director general de Energía de la Comisión Europea, Dominique Ristori, para explicarle los planes del Gobierno en materia energética y resolver juntos los cinco procedimientos de infracción que tiene abiertos España.
La amenaza de Bruselas de ir al Tribunal de Justicia de la UE y acabar siendo multados por no hacer las cosas bien en materia energética es un hecho que quiere evitar a toda costa el Ministerio para la Transición Energética. Es la principal tarea encomendada a Domínguez Abascal además de preparar el Plan de Energía y Clima antes de final de año.
El caso de la devolución de la fijación de los peajes eléctricos y de gas a la CNMC es el principal quebradero de cabeza. Domínguez Abascal explicó a Ristori los problemas que tenían para llevarlo a cabo pero le insistió en la voluntad del Gobierno de materializar el cambio y resolverlo de la manera más rápida posible.
Fuentes cercanas a la reunión aseguran que las aguas bajan ya más calmadas después de la reunión que mantuvo la semana pasada el comisario Arias Cañete en Madrid y ésta del secretario de Estado de Energía en Bruselas.
Fuentes del Gobierno aseguran que se trató de una primera reunión en la que hubo “buena sintonía” y “absoluta colaboración” por parte de ambas instituciones para llegar a buen puerto en la resolución de los cinco procedimientos de infracción.
Asimismo, se trataron en la reunión temas tan importantes como el Plan Nacional de Energía y Clima y las interconexiones energéticas. Domínguez Abascal explicó a Ristori cuáles van a ser las líneas generales de la política energética en los próximos meses y Ristori dio el visto bueno y le comunicó que no deben bajar los brazos en la descarbonización.
En cuanto a las interconexiones energéticas, tanto el Gobierno español como la Comisión Europea coincidieron en la necesidad de reforzar estas grandes infraestructuras energéticas, básicas para el desarrollo de la Unión de la Energía y para que España, junto a Portugal, dejen de ser una isla energética.
Tanto el Gobierno como la Comisión Europea quedaron en seguir trabajando juntos en todos estos ámbitos.