España mejoró significativamente su índice de descarbonización el año pasado con respecto a 2018 gracias a una combinación de factores marcada por la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, la continuidad en la tendencia a la baja en el coste de las reservas para integrar fuentes renovables y el descenso tanto del gasto como del precio de la energía, según los datos del Barómetro de Transición Energética del centro de investigación Economics for Energy.
Según el estudio, estos datos reflejan así una tendencia ya presente en la era pre-Covid que "conviene consolidar hacia el futuro", lo que implica evitar recuperar los indicadores que previsiblemente han favorecido la transición -reducción de emisiones y disminución de los precios y el gasto energético industrial- durante la etapa del confinamiento.
Los directores de Economics for Energy, Pedro Linares y Xavier Labandeira, subrayaron que detrás de esta evolución positiva durante 2019 están la reducción "drástica" en el uso de carbón para generación
eléctrica -debida a los bajos precios del gas natural- y la disminución de la demanda de energía.
Así, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero alcanzó, según Eurostat, el 7% respecto a 2018 -un 6,2% según la última actualización del Gobierno español-, "acelerando así el tímido descenso que se había registrado en ese año.
De esta manera, mientras que 2018 cerraba con un 15,4% de incremento sobre las de 1990, el año pasado la cifra se contuvo hasta el 10%. En relación a 2005, la disminución pasó del 24% de 2018 al 28% en 2019.
REDUCCIÓN DE UN 10% DE LAS EMISIONES POR PIB
Por lo que se refiere a las emisiones por PIB, en 2019 estas se redujeron en un 10% en relación al año anterior, lo que supone una tendencia más positiva a la observada en el conjunto de la Unión Europea en un contexto en el que el PIB español había aumentado.
En lo que se refiere a la evolución de los precios energéticos, España, en relación a Europa, presenta un comportamiento similar. No ocurre lo mismo con el gasto, señala e informe, ya que es mayor en España, a pesar de contar con condiciones climatológicas más favorables que la media europea, lo que se explica por una mayor intensidad energética de la economía española.
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