EDP Renováveis (EDPR) ha tomado la decisión de abandonar sus proyectos eólicos en Colombia, con una capacidad conjunta de 0,5 gigavatios (GW), ubicados en la región de La Guajira. Este movimiento implica un impacto económico significativo para la compañía, con pérdidas estimadas en 700 millones de euros, según reporta la energética.
Los proyectos Alpha y Beta, lanzados en 2019, representaban una inversión estratégica en un mercado emergente con un alto potencial de generación eólica. Con una capacidad combinada de 2,5 TWh/año, estas instalaciones se posicionaban como claves para diversificar y fortalecer la transición energética de Colombia. No obstante, una serie de problemas regulatorios, sociales y económicos han llevado a EDPR a reconsiderar su viabilidad.
Retrasos y complicaciones
Desde su concepción, los proyectos enfrentaron retrasos y complicaciones. Aunque EDPR obtuvo los permisos ambientales en 2019 y garantizó contratos de compraventa de energía (PPAs) por 1,7 TWh/año durante 15 años, los confinamientos por la pandemia de COVID-19 en 2020-2021 afectaron el avance del proyecto, particularmente la construcción de una línea de interconexión de 81 kilómetros, esencial para conectar los parques a la red eléctrica.
En 2022, el cambio de Gobierno en Colombia trajo consigo nuevas exigencias ambientales, duplicando el número de comunidades indígenas involucradas en el proceso de consulta previa, lo que añadió retrasos considerables. Además, el aumento de los costos de construcción, la devaluación del peso colombiano y los cambios legislativos adversos complicaron aún más la situación económica de los proyectos.
Aunque EDPR negoció suspender el suministro de energía en el 80,7% de los PPAs y presentó el permiso ambiental para la línea de interconexión, este no se espera hasta febrero de 2025. La anulación del Decreto 1276 de emergencia en octubre de 2023 dejó a los proyectos sin el marco de estabilidad necesario para seguir adelante.
Pérdidas y acciones legales
La compañía estima pérdidas totales de hasta 700 millones de euros, de las cuales 200 millones corresponden a garantías y pasivos futuros. Estos importes se considerarán eventos no recurrentes, sin impacto en el resultado neto recurrente ni en la política de dividendos de EDPR.
La compañía también ha anunciado que emprenderá acciones legales para proteger sus intereses en Colombia. Mientras tanto, el mercado colombiano pierde una oportunidad clave de sumar generación renovable, lo que podría afectar sus metas de transición energética.
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