Estados Unidos está presionando a India y a otros países para que dejen de comprar petróleo a Venezuela para aumentar así la presión sobre el presidente venezolano, Nicolás Maduro, según ha revelado el enviado especial de Estados Unidos para Venezuela, Elliott Abrams.
“Lo que decimos es que no deberían ayudar a este régimen. Deberíais estar del lado del pueblo venezolano”, ha explicado Abrams en declaraciones a Reuters. Este mismo mensaje ha sido trasladado a otros gobiernos, bancos y empresas que hacen negocios con Venezuela, ha indicado Abrams.
El responsable estadounidense ha explicado que la postura de Estados Unidos se basa en “argumentar, persuadir y pedir”, una ofensiva diplomática que se complementa con las sanciones impuestas por las autoridades norteamericanas sobre el sector petrolero de Venezuela, principal fuente de ingresos del país.
El mercado indio es crucial para la economía de Venezuela porque históricamente es la segunda mayor fuente de divisas, solo por detrás de Estados Unidos, que ya ha entregado gran parte de esos ingresos al dirigente opositor, Juan Guaidó, autoproclamado presidente del país. Washington quiere que India haga lo propio. Se estima que Venezuela exporta 297.000 barriles diarios de crudo a India, lo que supone apenas el 4,2 por ciento de sus importaciones.
Esta ofensiva diplomática se produce sin embargo en un momento difícil de las relaciones entre Estados Unidos e India, ya que Washington también pretende que Nueva Delhi deje de comprar petroleo iraní y pretende poner fin al acuerdo comercial preferencial por el que mercancías por valor de 5.600 millones de dólares entran sin aranceles en Estados Unidos cada año.
Venezuela también exporta petróleo a China, pero en este caso las exportaciones no generan ingresos, ya que se dedican directamente a pagar los miles de millones de dólares de deuda bilateral.
Históricamente las sanciones estadounidenses pasan por prohibir a las empresas estadounidenses hacer negocios con gobiernos y empresas extranjeras objetivo, pero en una segunda fase, Washington también puede sancionar a empresas de terceros países que hagan negocios con el país objetivo en lo que se conoce como “sanciones secundarias”.
Esta medida fue clave para forzar a Irán a negociar el acuerdo nuclear suscrito en 2015 por el anterior presidente, Barack Obama, pero ha generado críticas en otros países que consideran esta estrategia demasiado intervencionista. “Si ello lleva a que cooperen voluntariamente, entonces estaremos satisfechos”, ha apuntado Abrams al respecto.
Al ser interrogado por si India ha accedido a comprar petróleo venezolano, Abrams ha rechazado “caracterizar las conversaciones, que siguen abiertas”. Este mismo martes habrá reuniones entre representantes indios y estadounidenses en Washington, según fuentes indias, que han subrayado que Nueva Delhi “es muy consciente de la postura de Estados Unidos” con respecto a Venezuela.