Para la debilitada economía de Corea del Norte, las últimas sanciones anunciadas por EEUU tendrán un efecto profundo. Serán restricciones en todo, desde las exportaciones de plomo y pescado hasta para las empresas de Corea del Norte, que además coincidirá con una sequía mortal que está arruinando las cosechas, lo que agravará aún más la crisis humanitaria que se vive en el país. Según estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (FNUAP), el 40% de la población ya está desnutrida y dos tercios dependen de la ayuda alimentaria.
Rajiv Biswas, economista jefe de Asia-Pacífico en IHS Markit en Singapur, espera una “severa recesión” este año por las sanciones mineras y manufactureras, que en conjunto representan el 33% de la producción de Corea del Norte.
Pero a pesar de todo el dolor humanitario y económico, las nuevas medidas probablemente no disuadirán a Kim Jong-Un de su ambición de desarrollar un arsenal de misiles nucleares. Eso se debe a que Kim, que está apostando por el poder militar para sobrevivir, tiene una red de canales ilícitos para saltarse las sanciones pero lo más importante, que las nuevas restricciones dejan de lado el ingrediente vital: el petróleo.
“La dependencia de Corea del Norte del combustible chino es tan grande, que sería suficiente con el bloqueo de China”, afirma Dennis Wilder, ex director de Asia en el Consejo de Seguridad Nacional de EEUU durante el gobierno de George W. Bush. “Si esto va, la fuerza aérea norcoreana no podría volar y su sistema eléctrico no podría funcionar”.
Comercio con China
A pesar de la expansión económica que tuvo Corea del Norte en 1999, su renta nacional bruta per cápita es escasa, alrededor de 1.100 euros, el valor comercial total de la nación fue de 5.600 millones de euros en 2016, un 4,7% más que el año anterior, y el comercio con China representó alrededor del 93% del total, según la Agencia de Promoción de Inversiones Comerciales de Corea en Seúl.
Y aunque China prohibió en febrero pasado las importaciones de carbón de Corea del Norte, los analistas dicen que la efectividad de esta decisión y las últimas sanciones tomadas dependen de cuán riguroso sea Pekín implementando las nuevas restricciones. El llamado Reino Ermitaño importó productos y servicios de China por valor de 935 millones de dólares desde ese mes de febrero hasta junio, un 17% más que en el mismo período del año anterior, según datos oficiales chinos, lo que confirma que una cosa es lo que se diga y otra muy distinta lo que se haga.
“Apalancamiento importante”
“El petróleo es absolutamente crítico para la estabilidad de la economía norcoreana”, añade Bradley Babson, presidente del Foro Económico de la RPDC en el Instituto de Estudios Internacionales Avanzados de la John Hopkins, “tanto Rusia como China han utilizado el petróleo como un importante apalancamiento en sus relaciones con Corea del Norte durante varias décadas”.
También dice que hay falta de transparencia en la cantidad de petróleo que China vende a Corea del Norte. “Corea del Norte es muy consciente de que China podría dejarles tirados en el momento que quieran”, advierte.
Se ha acusado regularmente a China de no haber aplicado plenamente las resoluciones anteriores de la ONU, y como otras naciones han evitado en los últimos años el comercio con Corea del Norte, China ha demostrado su voluntad de intervenir para no quedar mal ante el resto de países.
Por eso China respaldó las últimas sanciones de la ONU en un intento de enfriar las tensiones en la Península Coreana, pero también teme que el colapso del régimen de Kim podría llevar a una crisis de refugiados y a tropas estadounidenses en su frontera. El Global Times, afiliado al Partido Comunista, ha dicho en un editorial la semana pasada que Pekín debería mantenerse neutral si Corea del Norte ataca primero a Estados Unidos, pero bloquea a Estados Unidos cuando pretende derribar a Kim.
“China está manteniendo una línea de vida a Corea del Norte”, confirma Yang Moo-jin, profesor de la Universidad de Estudios de Corea del Norte en Seúl.
China dice que las importaciones de Corea del Norte cayeron 13%, hasta los 888 millones de dólares en los primeros seis meses de este año en comparación con el mismo período del año anterior. Sin embargo, los datos de su oficina de aduanas también muestran que el superávit comercial se sigue manteniendo gracias a un flujo constante de exportaciones chinas.
Incluso si China ha cooperado más plenamente en las sanciones, Corea del Norte ya está bien versado en eludir tales sanciones, añade Henri Feron del Centro de Estudios Jurídicos de Corea en la Universidad de Columbia. Cita el caso de los mariscos de Corea del Norte, que se vende internacionalmente y en el envase pone que viene de China. Además Feron dice que los esfuerzos para acabar con los negocios norteamericanos relacionados con el país de Kim Jong se verán obstaculizados por la dificultad de seguirles la pista.
Corea del Norte tiene ingresos por vender armas, contrabando de drogas, por operar en alrededor de 100 restaurantes en doce países y dinero enviado por unos 60.000 ciudadanos emigrados que trabajan en más de 50 países, según el Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Sur y Naciones Unidas.
“El hecho de que Corea del Norte pueda eludir ciertas sanciones no debe, sin embargo, distraer del hecho de que innegablemente tienen un efecto negativo en el desarrollo económico de Corea del Norte”, señala Feron.
Fuente: Bloomberg.