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Mejorar la eficiencia energética y sustituir las energías contaminantes por energías limpias es la única forma de conseguir reducir el impacto negativo de la actividad económica, industrial y social en el cambio climático. El camino hacia la transición energética no es fácil, y tiene muchas implicaciones, que van desde aspectos legales y geopolíticos hasta la concienciación del ciudadano como consumidor o las decisiones de los líderes empresariales a la hora de adoptar medidas como la inversión en sistemas de autoconsumo para cubrir sus necesidades energéticas.

Según se expuso en la última cumbre de Davos el pasado mes de enero, la energía que consumen la industria, los transportes y los edificios produce el 80% de las emisiones de carbono globales. Por eso, dotar al tejido empresarial de infraestructura renovable para generar su propia electricidad limpia y local, apostar por la movilidad sostenible mediante vehículo eléctrico e invertir en modernizar energéticamente las edificaciones es esencial para la transición energética.

En la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático de Dubái (COP28) se acordó triplicar la capacidad mundial instalada de generación de energía renovable hasta al menos 11.000 GW en 2030. En el caso de España, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) publicado en 2021, y su posterior borrador en 2023, establece el objetivo de generar 160 GW de energías renovables, de los cuales 76 GW serían con tecnología fotovoltaica (incluyendo 19 GW de autoconsumo), que tiene un papel muy relevante dentro del mix energético español.

Beneficios para las empresas

Apostar por el autoconsumo empresarial no sólo es importante para cumplir los objetivos globales, sino que ofrece a las compañías importantes beneficios en su ámbito más particular. El primero es la reducción y estabilización en el importe de la factura eléctrica. En función de la tarifa contratada, actualmente una empresa puede estar pagando en torno a 120-130 euros por el MWh proveniente de la red.

Con un sistema fotovoltaico creado a medida de la compañía de acuerdo con factores como su ubicación, hábitos de consumo, disposición de cubiertas, etc., el precio a pagar por la energía que produce y autoconsume puede reducirse a entre 60 y 70 euros el MWh en una modalidad de contrato tipo PPA. De esta manera, es posible asegurar unos costes de consumo de energía fijos, frente a la alta volatilidad actual del mercado.

Por otro lado, disponer de una de estas infraestructuras hace que la propiedad se revalorice, y se pueden conseguir bonificaciones en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). En el caso del Ayuntamiento de Madrid, por ejemplo, se contempla una bonificación del 50% durante los cinco periodos impositivos desde la inscripción de la instalación. Asimismo, la monitorización de la instalación permite identificar otros ahorros adicionales asociados a un consumo más eficiente de energía.

Por otro lado, el autoconsumo fotovoltaico permite a la empresa cumplir con sus objetivos medioambientales y su compromiso de reducción de la huella de carbono vinculada a su actividad económica . Como referencia, una instalación tipo de 100 kWp evita aproximadamente 50 toneladas de CO2 a la atmósfera, equivalente a plantar 300 árboles. Y esto mejora la imagen de sostenibilidad asociada a la marca empresarial con datos reales, medibles y generados en su propio emplazamiento.

Pasos a seguir para instalar un sistema de autoconsumo

Para que una empresa decida apostar por este modelo energético, lo primero que necesita es disponer de una cubierta o terreno adyacente, libre de obstáculos y sombras, para instalar las placas fotovoltaicas. Es conveniente que tenga un consumo energético estable en el tiempo, para aprovechar al máximo posible la energía generada por la instalación fotovoltaica. A partir de aquí, el proceso se articula en cuatro pasos:

1. Estudio de viabilidad. Lo primero es realizar un estudio pormenorizado que analice las posibilidades del emplazamiento, la adecuación de la instalación con el consumo del cliente y los ahorros asociados. Para ello es necesario contar con datos de la factura eléctrica del cliente, espacio disponible sobre la cubierta y obtener de la distribuidora la curva de consumo horaria del último año completo, ya que el patrón de consumo es determinante para analizar cuánto podemos ahorrar.

2. Legalización inicial. Una vez se decida realizar la instalación, se deberá proceder a la tramitación de las licencias y permisos correspondientes, como la solicitud del punto de conexión, licencia de obra, autorizaciones administrativas, pago de las tasas al ayuntamiento, etc. Estos trámites se pueden agilizar en función del tamaño de la instalación y la tipología de autoconsumo por el que se opte (con excedentes o sin excedentes). Será necesario que el instalador realice todas estas gestiones y aporte un proyecto visado que incluya la documentación técnica de la instalación, presupuesto, plan de seguridad y salud, etc.

3. Instalación. Obtenidos los permisos correspondientes, el instalador procederá a realizar la instalación atendiendo a la normativa energética vigente y con especial sensibilidad hacia todo lo relacionado con seguridad y salud, al ser trabajos en altura en caso de instalación sobre cubierta.

4. Legalización posterior. Finalizada la instalación, ésta deberá ser aprobada por las autoridades competentes e inscribirse en los registros correspondientes. Asimismo, se debe contactar con la comercializadora y distribuidora para notificar de la existencia de la instalación y proceder a su operación.

Autoconsumo como apuesta empresarial

Existen operadores como Eranovum que se encargan de todo el proceso, incluida la inversión necesaria para que la empresa no tenga que aportar el capital asociado a la instalación. Igualmente, se incorpora el mantenimiento de la infraestructura durante toda la vida del contrato para que el cliente no tenga que preocuparse por el activo y pueda centrar sus esfuerzos en hacer crecer su negocio.

El autoconsumo fotovoltaico es una tecnología visible, local y limpia que proporciona a las organizaciones una forma de mitigar los riesgos asociados a sus costes energéticos frente a la alta volatilidad del mercado, a la vez que aporta una distinción en sostenibilidad. Apostar por ella no es sólo dar un paso adelante en su estrategia social corporativa, es también la manera de no quedarse atrás como empresa.

Jaime Goyanes es director de Desarrollo de Negocio de Autoconsumo de Eranovum.

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Un comentario

  • Martin Ponsa

    Martin Ponsa

    27/04/2024

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