El cambio a la movilidad eléctrica costará menos puestos de trabajo a los fabricantes de automóviles de lo que suponen muchos expertos y sindicatos, según un estudio encargado por Volkswagen y realizado por el Instituto Fraunhofer de Ingeniería Industrial.
“Nuestros resultados muestran que el impacto negativo en el empleo no será tan dramático como se temía. Podemos controlar esto”, dijo Michael Sommer, ex director de la confederación sindical del país DGB, quien ahora forma parte del consejo asesor de VW. Pero aunque el estudio sugiere que los impactos en el empleo de las automotrices serán limitados, también indica que la industria auxiliar podría enfrentar pérdidas significativas de empleos.
Los investigadores compararon los planes de VW para la fabricación de vehículos convencionales y coches eléctricos, eligiendo el Golf de VW y el modelo totalmente eléctrico ID.3 de la empresa como ejemplos representativos. “Es probable que la pérdida de puestos de trabajo por la introducción de la movilidad eléctrica sea sustancialmente menor en el área de la fabricación de vehículos de lo que han predicho los estudios globales”, dice el informe.
Los investigadores esperan que el empleo en esta área caiga un 12 por ciento en esta década, pero principalmente debido a los volúmenes de producción planificados y la mayor productividad. “Con respecto a la fabricación de componentes, sin embargo, los requisitos de mano de obra son un 70 por ciento más altos para la producción de un tren de potencia convencional que para la producción de un tren de potencia para un vehículo eléctrico”, dice el estudio.
Dentro de VW, esto “puede amortiguarse aumentando los volúmenes de producción y pasando a la producción de nuevos componentes (por ejemplo, celdas de batería)”. Pero muchos proveedores especializados en la fabricación de componentes para automóviles convencionales tienen pocas opciones para cambiar la producción.
La industria automotriz emplea directamente a más de 800.000 personas en Alemania, y otros 1,3 millones de empleados trabajan en sectores vinculados a la industria, lo que representa casi el cinco por ciento de todos los trabajos domésticos, según el estudio.
Estudios anteriores predijeron pérdidas de empleo de entre el 35 y el 62 por ciento en la industria automotriz alemana para 2030 como resultado del cambio a la movilidad eléctrica, según VW. El estudio concluye que “no hay una tendencia de empleo uniforme en el ‘corredor de transformación’ durante la próxima década. En cambio, habrá una combinación compleja e interconectada de creación de empleo, mejora de puestos de trabajo y recortes de empleo”.
El informe sostiene que será vital garantizar que las pequeñas y medianas empresas (pymes) no sean víctimas de esta reorganización, y advierte que el sector del automóvil alemán debe establecer nuevas formas de cooperación para no “ceder imprudentemente el ámbito de la movilidad a los nuevos actores del mercado”.