El Corredor Vasco del Hidrógeno, en el que participan 58 empresas, aspira a que entre el 30 y el 40 por ciento de sus inversiones, unos 1.500 millones de euros hasta el 2026, sean cubiertas por los fondos europeos Next Generation.
El corredor es un proyecto de colaboración público-privada que busca desarrollar la tecnología del hidrógeno, liderado por empresas como Petronor, Nortegas o Irizar. Han empezado con 41 proyectos, en los que invertirán 200 millones de euros este año.
En el próximo quinquenio, hasta 2026, prevén la inversión de 1.500 millones de euros, de los que esperan que el 30-40 por ciento ( (entre 450 y 600 millones) sean cubiertos por fondos europeos.
Jose Ignacio Zudaire, presidente del Corredor, ha explicado este lunes en Bilbao que el porcentaje de un 30-40 es una media, ya que hay proyectos que necesitarán menos y otros, generalmente los pequeños muy experimentales, demandarán más.
Precisamente estos meses se están desarrollando las primeras convocatorias de ayudas de fondos europeos, a través del PERTE de energías renovables.
Zudaire ha opinado que las empresas vascas están en una buena posición para que se les concedan estos fondos, por lo que sus proyecto tienen "de colaboración entre empresas, implican a toda la cadena de valor y desarrollan tecnología".
Sin esperar a que lleguen estas subvenciones, las empresas vascas ya han empezado con sus proyectos para desarrollar la tecnología de producción, almacenamiento y transporte del hidrógeno verde (el que se genera usando energías renovables), clave para la descarbonización porque se produce energía sin emitir CO2.
Entre los primeros proyectos concretos que ya han empezado a andar, figuran el del parque tecnológico de Abanto (en la margen izquierda del Nervión, cerca del puerto de Bilbao) o la planta para fabricar hidrógeno verde de Amorebieta. Los dos se espera que funcionen a finales de este año o principios del 2023.
En el parque de Abanto, promocionado por Petronor, se van a invertir 32 millones de euros. Empezará con la instalación de un electrolizador -que separa la molécula de hidrógeno del agua para aprovecharlo para producir energía- de 2,5 megawatios, que estará en funcionamiento en enero.
En años posteriores se aspira a perfeccionar los electrolizadores, de manera que para el 2024 funcionaría uno de 10 megawatios y para el 2025 otro de 100 MW. Abanto también tendrá una hidrogenera-laboratorio, y planea un tubo que lleve el hidrógeno desde allí a Abando, al centro de Bilbao.
La planta de Boroa (Bizkaia) de hidrógeno verde se instalará al lado de la central actual, que funciona con gas, y aspira a ser la primera de España que fabrique hidrógeno verde, que se usará para sustituir al gas.
También aspiran a recibir fondos europeos otros proyectos como el de la Diputación de Gipuzkoa para generar hidrógeno verde a partir del biogás de los residuos de la incineradora de Zubieta.
Todos estos proyectos, ha concluido Zudaire, ya han empezado a andar con independencia de que al final reciban fondos europeos o no. "Los fondos son para acelerar proyectos que ya tengas en la cabeza", ha resumido.
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