Diciembre de 2016. El precio de la luz se dispara. Toca máximos del año un día sí y otro también. Hoy en 66,3 euros MWh, el cuarto más caro del año.
Las causas son varias. Ni sopla el viento, ni tenemos todas las nucleares funcionando, ni podemos comprar a Francia todo lo que se quisiera, pero sobre todo, es la puesta en marcha de las centrales de carbón y los ciclos combinados para cubrir la demanda. Y eso que tampoco está haciendo un frío demoledor que haría aumentar el consumo.
Y siempre que suben los precios de la luz con fuerza, la CNMC y el Gobierno extienden su sospecha sobre una posible manipulación del mercado. Un mercado, por otra parte, que han creado ellos.
¿Qué pretenden la CNMC y el Gobierno con este tipo de declaraciones? ¿Hacerse fuertes de cara a la galería? ¿Quieren quedar como los grandes salvadores de los consumidores de la luz? ¿O pretenden dañar una vez más la imagen de las compañías eléctricas?
Es curioso que cuando el precio de la luz cae con fuerza, solo hay que irse a abril o marzo de este año, y el pool marcaba por debajo de los 30 euros MWh nadie decía nada. Eso no les parecía raro que sucediese en el mercado. ¿Por qué? Porque llovía mucho y hacía mucho viento.
Pero claro, cuando la meteorología no es la que uno pretende, lo mejor es culpar a otro, en este caso a las eléctricas como si estuviesen manipulando el mercado. Ya lo hizo Soria en 2013, quedando como el salvador de la patria, pero haciendo un ridículo espantoso al quedar en nada la investigación que se abrió contra las eléctricas a las que acusó de estar detrás de la subida del precio de la luz.
Parece que tanto la CNMC, encargada de hacer la investigación de 2013, como el Gobierno vuelven a caer en la misma piedra. Es su Día de la Marmota. Probar manipulación en el mercado eléctrico es tirarse piedras contra su propio tejado, además de ser muy complicado probar que unos hombres de verde o azul se dedican a parar molinos eólicos que no son suyos.
Es imposible. La conclusión a la que llegó la CNMC fue esa. Pero ellos erre que erre vuelven a poner a las eléctricas como las malas de la película cuando el problema es el mercado, que está a merced de la meteorología y que es marginalista. Cuando una tecnología no está, entran otras, y la última que lo hace, que suele ser el carbón y los ciclos combinados, marcan unos precios mucho más altos que los que se obtienen con las renovables.
Pero lo fácil es dejar la sospecha y apuntarse el tanto de decir que uno está investigando esto porque le parece sospechoso. Un organismo como la CNMC debe vigilar, pero no hace falta cacarear, ni tampoco acusar gratis, para apuntarse el tanto. Y el colmo es que el Gobierno le anima a hacerlo.
¿Por qué no proponen una reforma del mercado eléctrico? A lo mejor les iría mejor (valga la redundancia). Así evitarían hacer declaraciones de este tipo y dejarían de acusar sin pruebas. Si quiere investigar, hágalo. Pero en silencio. Aprenda de las fuerzas de seguridad.
No lo diga a los cuatro vientos. Porque si realmente hubiese manipulación ahuyentaría a los malos. Y no los cogería jamás. No caigan en la misma piedra. Aprendan de sus errores. Salgan del Día de la Marmota.
Un análisis de Ramón Roca.
Luis Villar (@LuisVillarPerez)
22/12/2016