El consumo de energía y las emisiones de dióxido de carbono relacionadas en Alemania aumentarán ligeramente en 2025 tras los meses de invierno más fríos al inicio del año, según cálculos preliminares del grupo de investigación de mercados energéticos AG Energiebilanzen (AGEB). En comparación con 2024, se prevé que el consumo de energía primaria aumente alrededor de un 1%, mientras que las emisiones de CO₂ relacionadas con la energía crecerían aproximadamente un 0,3%.
El frío invierno de 2025 provoca un ligero aumento en el consumo energético y las emisiones de Alemania
El consumo de energía primaria aumentará alrededor de un 1 %, mientras que las emisiones de CO₂ relacionadas con la energía crecerían aproximadamente un 0,3 %, según AGEB

En el pasado, las emisiones de CO₂ derivadas de la energía —producidas cuando combustibles fósiles como el carbón, el gas natural o el petróleo se convierten en electricidad y calor— representaban cerca del 85 % de todas las emisiones anuales de gases de efecto invernadero en Alemania. Otras emisiones, como el metano del sector agrícola, no están incluidas.
El frío invierno provoca un aumento del consumo para calefacción
AGEB señaló que el consumo de energía habría disminuido ligeramente en 2025 de no haber sido por el clima significativamente más frío a comienzos del año, que provocó un aumento notable en el consumo de energía para calefacción. Mientras tanto, una caída en la producción, especialmente en las industrias de alta intensidad energética, limitó el consumo energético total.
La composición energética de Alemania fue ligeramente más intensiva en carbono durante los tres primeros trimestres del año que en el mismo periodo de 2024. El uso de carbón continuó disminuyendo, pero la participación del petróleo y del gas en el mix energético aumentó ligeramente hasta 38,1% y 25%, respectivamente (frente a 39,9% y 24,4% en 2024). La cuota de energías renovables creció levemente hasta 20,2% (desde 20%).
El consumo de energía primaria de Alemania había venido disminuyendo en los últimos años, ya que la economía del país sigue débil y las industrias de alta intensidad energética redujeron su producción. No obstante, el uso energético de Alemania aún depende en gran medida de los combustibles fósiles, ya que el petróleo domina el transporte y el gas fósil se utiliza ampliamente para calefacción y en la industria.
Alemania ha logrado menos avances en la reducción de la demanda energética que en sus objetivos de energías renovables. Aumentar la eficiencia energética se considera en general uno de los pilares principales de la transición energética y esencial para alcanzar el objetivo de neutralidad climática para 2045. La ley de eficiencia energética del país establece como meta reducir el consumo de energía primaria en un 39,3 % para 2030, en comparación con los niveles de 2008.
A medida que más sectores se electrifican, con tecnologías que van desde los vehículos eléctricos hasta las bombas de calor, el uso de energía disminuirá porque se desperdicia menos en forma de calor. Esto significa que solo una parte del consumo actual de combustibles fósiles tendrá que ser sustituida por energía renovable.
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