Después de una historia de cambios ad hoc, el gobierno del Reino Unido debe implementar un régimen fiscal más predecible que proporcione una mayor estabilidad a largo plazo para el sector del petróleo y el gas del Mar del Norte, tan pronto como sea posible, según el nuevo análisis de Wood Mackenzie.
El gobierno del Reino Unido ha reconocido que la producción de petróleo y gas en el Mar del Norte será necesaria durante “las próximas décadas”. Pero las modificaciones recientes y propuestas al Impuesto sobre las Ganancias Energéticas (EPL, por sus siglas en inglés), que actualmente está previsto que finalice en 2030, han creado “una incertidumbre y una consternación sin precedentes en el sector”, afirma el informe.
Los detalles de los cambios previstos en el EPL se confirmarán en el Presupuesto del 30 de octubre. Ese anuncio también puede especificar el calendario para establecer el sucesor de la EPL.
Wood Mackenzie señala que para introducir un sistema fiscal predecible, el compromiso del Gobierno y la industria debe abordar varios retos. En primer lugar, definir un shock de precios y su duración; en segundo, determinar la cuota pública adecuada que debe aplicarse durante una crisis de precios y cómo, o si, debe variar, incluyendo un simple interruptor de encendido/apagado, incrementos escalonados del tipo, como los tramos del impuesto sobre la renta de las personas físicas del Reino Unido, o una escala móvil.
El tercer reto sería decidir si la medida debe aplicarse sólo a los ingresos excedentarios o a la totalidad de los ingresos imponibles de una empresa, como es la práctica actual; en cuarto lugar, crear un sistema que grave equitativamente a las empresas que producen petróleo y gas cuando los precios de estas materias primas pueden fluctuar en direcciones opuestas, y por último, simplificar el sistema fiscal actual.
El informe de Woodmac añade que las soluciones deben ser “predecibles, transparentes, sencillas de administrar y autoajustables durante los periodos de volatilidad de precios para minimizar la necesidad de una mayor intervención gubernamental».
En palabras de Graham Kellas, vicepresidente senior de Investigación Fiscal Global de Wood Mackenzie: “Los operadores de petróleo y gas del Mar del Norte intentan tomar decisiones financieras a largo plazo más allá de 2030, pero el régimen fiscal actual no permite tanta claridad”.
“La capacidad de respuesta de los precios, la previsibilidad, la equidad, la simplicidad y la transparencia deben tenerse en cuenta para garantizar el resultado correcto en una coyuntura crucial para el sector. Será una conversación difícil, ya que los mecanismos necesarios para mejorar el sistema se complican al tener que negociar una miríada de resultados económicos y tipos de inversores. Pero hay que abordarlo y encontrar una solución rápidamente”, añadió.
“Llegar a un consenso sobre estos temas será todo un reto, no sólo entre la industria y el gobierno, sino también entre las propias empresas. Y hay conflictos potenciales entre los objetivos, como la simplicidad frente a la equidad y la capacidad de respuesta frente a la transparencia. La consulta no será nada fácil, pero hay algunos objetivos compartidos y donde hay voluntad, hay camino”, agregó Kellas.
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