Pues bien, la pasada semana hemos presentado un nuevo informe: “El consumo industrial de gas en España 2018”, un estudio estructurado en cuatro capítulos que nos desvelan qué supone la industria para el sistema gasista, qué supone el gas para la industria española, cómo es el consumo industrial del gas y cómo contratan los industriales el gas. El informe incluye una propuesta con las 4 medidas clave para lograr que la industria española pueda tener un gas competitivo que la apoye e impulse en su desarrollo.
_España, a la cabeza en los costes del gas _
No voy a detenerme en los muchos e interesantes temas que se abordan en el informe, que pueden leer completo en el siguiente enlace en nuestra web-, pero sí querría destacar la comparativa de los precios del gas en Europa, en la que hemos realizado el ejercicio de comparar lo que paga en gas una industria española tipo con un consumo de unos 200GWh al año y lo que paga la misma industria tipo con el mismo consumo en otros países europeos. Nuestra industria paga siempre más que el resto de las de cualquier otro país europeo. Es decir, seguimos estando a la cabeza en los costes del gas; los industriales españoles continuamos pagando el gas más caro de toda Europa.
En el gráfico adjunto se puede ver cómo destaca el coste de España y Portugal respecto al resto de países, hasta un 16% más caro el gas ibérico sobre la media europea. Y con Holanda este diferencial se eleva hasta el 23%, pero con el Reino Unido, nuestro gas llega a ser un 45% más caro.
Además hay que recordar que en julio pasado la CNMC portuguesa bajó un 45% los peajes de gas que paga la industria en el país vecino. Este hecho es posterior a los datos del estudio que ya estaba en marcha junto con la encuesta que lo acompaña. Así pues mucho me temo que si nada cambia y hacemos de nuevo esta misma comparativa el año que viene, tendremos el honor de ser líderes absolutos y en solitario de los costes del gas en Europa.
Para ser competitivos y que nuestros costes industriales del gas no sean un freno al desarrollo de las empresas, desde GasINDUSTRIAL consideramos que existen varias vías paralelas que deben abordarse y hacerlo con la máxima celeridad.
En primer lugar, la optimización de los costes regulados y que esta reducción se traslade a los peajes que pagan los industriales. También, es indudable que un mayor uso de las infraestructuras con una mayor demanda nacional distribuiría entre más usuarios los 3.000 millones de costes regulados del sistema, lo que haría que descendieran para cada consumidor. En segundo lugar, resulta fundamental lograr un menor coste del precio del mercado, porque seguimos alejados de los precios que se negocian en el resto de los mercados europeos, en esos hubs en los que compra o se referencia nuestra competencia. Por ello, es muy importante continuar impulsando el desarrollo de MibGas y reducir las barreras que limitan la entrada de gas en la península ibérica. Y finalmente no debemos olvidar las cargas fiscales al gas que deberían aligerarse lo que sin duda repercutiría en la bajada de los costes.
El gas, estratégico para el negocio
Según los resultados de la encuesta que hemos realizado para la elaboración de este informe a una muestra representativa de los industriales consumidores, el coste del gas tiene un gran peso en el precio final y que lo consideran estratégico para su negocio. Para 6 de cada 10 industrias, el gas supone más del 60% del total de su coste energético, un coste que es mayor que el de la electricidad y el del CO2 o fuel, de manera que cualquier bajada o subida en su precio conlleva un fuerte impacto directo e inmediato en la competitividad de los industriales españoles.
Una industria exportadora española sometida a la competencia internacional, sin duda, lo tiene difícil, pero también se ven igualmente afectadas las empresas de multinacionales –nacionales o extranjeras- con competencia interna entre filiales. Una misma fábrica de un grupo empresarial es más competitiva si está localizada en otro país que si lo está en España. Si, con un mismo proceso productivo, es más económico fabricar en Holanda que en España, por ejemplo, y el gas tiene un peso muy grande en el precio final del producto, el riesgo de deslocalización es lógicamente muy elevado. Y no es que solo afecte a la industria exportadora, porque nada impide a otra empresa europea copar el mercado interior ibérico con productos a un precio más competitivo.
España tiene que “hacer industria” y para ello es urgente que se optimicen los costes energéticos y que se haga ya, sin más demoras. La industria no puede esperar más.
Verónica Rivière es directora general de GasINDUSTRIAL.
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