El Gobierno chino lo intenta pero no lo consigue. Las empresas eléctricas chinas encuentran recovecos para seguir falseando los datos de emisiones contaminantes de sus centrales de gas y carbón.
El año pasado, justo cuando se iba a celebrar la COP21 de París, saltó el escándalo en el gigante asiático. Todos sus datos históricos de emisiones contaminantes están falseados y no son correctos. Mejor dicho, han informado de datos que están por debajo de las emisiones reales de las instalaciones eléctricas.
Pues varias semanas después, el Gobierno chino se ve incapaz de controlar la situación, según cuenta la agencia Reuters. Todavía hay un número pequeño de empresas que siguen falsificando sus datos de emisiones.
El Gobierno ha amenazado no solo con duras sanciones sino también con cierres de plantas. Pero las compañías pasan olímpicamente de lo que diga el Gobierno.
En su último intento por frenar la contaminación, China ordenó en diciembre que todas las empresas eléctricas de carbón redujeran los gases contaminantes como el dióxido de azufre en un 60% para 2020. Para ello, quiere cerrar plantas ineficientes y promover la tecnología de bajas emisiones avanzada a través de subsidios.
Como incentivo, se ofrecieron unos pagos a las eléctricas que mejoren las instalaciones, cuyo valor estimado es de 6.400 millones de dólares en un año. ¿Conseguirán con eso frenar las emisiones?
Deja tu comentario
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Todos los campos son obligatorios