La imparable subida de los combustibles, "preocupante" en palabras del presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, impacta ya en sectores claves de la actividad en el país, como el transporte y la distribución, que anticipan aumentos en sus tarifas.
La escalada de precios "es muy preocupante" en todo el mundo y en Europa en particular, afirmó hoy el presidente portugués, convencido de que la situación puede prolongarse todavía durante seis meses.
No obstante, apuntó, si la Comisión Europea (CE) lo autoriza, los socios comunitarios podrían empezar a aplicar medias de apoyo social para limitar el golpe de la crisis energética.
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Las declaraciones del presidente coinciden con una nueva subida del precio de los combustibles en Portugal donde, por primera vez, la gasolina ha superado la barrera de 2 euros por litro.
Desde el Gobierno, el ministro de Medio Ambiente y Acción Climática, Joao Matos Fernandes, reclamó hoy un mayor margen de maniobra para intervenir en los precios de comercialización.
"A juicio del Gobierno es necesario poder actuar en los márgenes, no solo de comercialización de la gasolina, sino de los numerosos actores a lo largo del proceso", dijo.
El Gobierno del socialista António Costa espera que el presidente Rebelo de Sousa ratifique la ley aprobada el pasado día 8 por el Parlamento, que permite al Ejecutivo fijar márgenes máximos en la venta de combustibles y gas.
En medio de malestar social provocado por las subidas, el Gobierno anunció el viernes una rebaja de impuestos que se traducirá en un ajuste de dos céntimos por litro para la gasolina y un céntimo para el gasóleo.
Una medida que, según la Asociación Portuguesa de Empresas Petrolíferas (Apetro), representa una rebaja "marginal" que no tendrá un impacto significativo en el bolsillo de los consumidores en un país donde la carga fiscal de los combustibles llega al 60%.
Las patronales lusas de distribución y transporte de mercancías y pasajeros han anunciado ya que la crisis se traducirá en un aumento generalizado de sus precios o en una modificación de su actividad.
"La subida de los combustibles impactará en toda la economía", alertaron desde ANTRAM, la Asociación Nacional del Transporte de Mercancías por carretera, dado que el combustible constituye más del 30 % del coste del sector.
El transporte de pasajeros también se resiente. Rodonorte, que opera autobuses en el norte luso, adelantó hoy que tendrá que reducir frecuencias o eliminar rutas para afrontar la crisis.
"Desde que comenzó al año, ha habido aumentos prácticamente todas las semanas y suman ya un 23 %", denunció Jorge Santos, administrador del grupo.
La escalada ha convertido a España en una alternativa para los usuarios portugueses y miles cruzan cada día la frontera para llenar los depósitos de sus coches y ahorrar hasta 30 euros en el lado español.
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