Llegan las primeras ayudas para crear nueva industria verde. La vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha anunciado este viernes la salida a información pública del proyecto de orden que establece las bases reguladoras para las líneas de ayuda a la cadena de valor industrial de las energías renovables y el almacenamiento.
También se abre a información pública el proyecto de una primera convocatoria de subvenciones a la fabricación de equipos necesarios para la transición a una economía de cero emisiones netas, que podrá asignar más de 750 millones de euros, en función de las necesidades identificadas durante el proceso de información pública.
Dotadas con fondos de la Adenda al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), esta primera convocatoria de ayudas incentivará la producción de equipamiento y componentes esenciales de paneles fotovoltaicos, baterías, turbinas eólicas, bombas de calor y electrolizadores. Según el Ministerio, en próximas convocatorias se podrá fomentar otros ámbitos y otras cadenas de valor.
Las ayudas se enmarcan en el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica de Energías Renovables, Hidrógeno y Almacenamiento (PERTE EHRA) –forman parte de un paquete de 1.000 millones destinado a fomentar la cadena de valor– y se dirigen a reforzar la autonomía industrial estratégica española, la seguridad energética nacional y el proceso de descarbonización, en línea con las políticas definidas por la UE.
“Consideramos que no solamente basta con cambiar el color de las moléculas o los electrones; las industrias que hay detrás, los servicios que hay detrás, son, precisamente, la gran oportunidad para reindustrializar y modernizar nuestro tejido productivo. Por eso queremos que la atención a la cadena de valor industrial esté presente en el proceso de cambio, por eso queremos dedicar más de 750 millones de euros a este programa, de tal manera que la fabricación de los bienes de equipo que nos permita llegar a buen puerto sean producidos en España”, ha señalado la vicepresidenta al hacer el anuncio este viernes, en Huelva.
Distintos criterios de puntuación
El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) gestionará estas ayudas, que se otorgarán en régimen de concurrencia competitiva.
En la valoración de las propuestas se tendrán en cuenta distintos criterios para seleccionar los proyectos más viables y con mayores impactos positivos, buscando la eficiencia en el uso de fondos públicos; criterios estratégicos que prioricen proyectos que den mayor respuesta a las vulnerabilidades existentes en la cadena de valor; criterios sociales como la generación de empleo y actividad en el territorio, así como criterios ambientales buscando minimizar la huella de carbono y maximizar el uso de energías renovables en los centros de producción.
En línea con el marco temporal de ayudas de Estado autorizado por la Comisión Europea, en la primera convocatoria para cadena de valor se subvencionarán proyectos enfocados a impulsar la innovación y el conocimiento en las siguientes líneas de actuación:
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Almacenamiento eléctrico. Fabricación de baterías y sus componentes esenciales.
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Energía solar fotovoltaica. Fabricación de paneles solares y sus componentes esenciales.
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Energía eólica. Fabricación de turbinas eólicas y sus componentes esenciales.
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Aerotermia renovable. Fabricación de bombas de calor y sus componentes esenciales.
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Hidrógeno renovable. Fabricación de electrolizadores y sus componentes esenciales.
Además, serán susceptibles de ayuda tanto la creación de establecimientos industriales para una nueva actividad de fabricación como las ampliaciones de la capacidad productiva instalada en centros que ya estén en funcionamiento, a través de la implantación de nuevas líneas de producción, además de la reconversión de líneas existentes para la obtención de equipos y/o elementos que anteriormente no estuvieran en producción en la planta.
Necesidad de una industria verde en España
España es una potencia global en energías renovables que debe reforzar su cadena de valor de los componentes de tecnologías renovables, con el fin de garantizar la seguridad energética, aumentar su competitividad y descarbonizar la industria. Ello, en línea con los principios básicos de la UE de transformación digital y medioambiental, con el Plan RepowerEU y con la Ley sobre la industria de cero emisiones netas (Net-Zero Industrial Act).
Europa es actualmente un importador neto de tecnologías energéticas renovables; alrededor de una cuarta parte de las baterías eléctricas y una parte muy importante de los módulos solares fotovoltaicos proceden de países extracomunitarios. En tecnologías emergentes, como electrolizadores, también es necesario reforzar la cadena de valor, e incluso precisan apoyo sectores en que la industria europea sigue siendo fuerte, como los aerogeneradores y las bombas de calor, ya que los productores se enfrentan al aumento de los costes de la energía y los insumos.
Asimismo, las tecnologías energéticas de cero emisiones netas están en el centro de importantes intereses geoestratégicos y de la carrera tecnológica mundial. Otras regiones del mundo están realizando grandes inversiones y desplegando medidas de apoyo para renovar y reforzar sus capacidades de producción, y ni la UE ni España pueden quedarse atrás.
galan
24/02/2024