España será el destino de inversiones por parte de Irán. Las reuniones del Gobierno español con el iraní en los últimos meses van a tener premio. El levantamiento de las sanciones al Gobierno iraní y la consecuente puesta en marcha de la producción de petróleo en el país asiático va a cambiar el panorama del mercado petrolífero. En los próximos meses Irán volverá a poner en marcha sus plataformas. Y claro necesita dar salida a su petróleo y gas. Y España será el aliado perfecto.
Irán invertirá en la construcción de una refinería de petróleo en España con capacidad para 200.000 barriles de crudo al día, con el fin de garantizar la venta de hidrocarburos iraníes al exterior, anunciaron responsables de la Compañía Nacional Iraní de Refinado y Distribución (NIORDC en inglés).
Según ha informado la agencia oficial IRNA, el viceministro de Petróleo y director gerente de NIORDC, Abás Kazemi, anunció que este proyecto forma parte de la iniciativa de su país de contar con refinerías en el exterior y que se desarrollará de forma conjunta con empresas españolas.
"Las negociaciones están en marcha y todavía no han finalizado, pero hay varias empresas españolas que han ofrecido sus propuestas para construir esta refinería", afirmó Kazemi. Estas compañías tienen nombre y apellidos, Cepsa y Repsol. Ambas petroleras acompañaron al Gobierno en una de las reuniones bilaterales entre ambas administraciones.
Además participaron en la 'megareunión' que el Gobierno iraní mantuvo con petroleras de todo el mundo para presentarles el plan de Irán para volver al mercado petrolífero. Allí estaban todas las petroleras del mundo.
Pero las compañías españolas ya sabían cuál sería su mejor aportación para Irán. Esa aportación era dar salida a su crudo a través de refinerías. Repsol ya estuvo en Irán hace años, y Cepsa, con el emirato de Abu Dhabi como principal accionista, esperan convencer a Irán para que construya con ellos la refinería.
El interés del Gobierno español por reunirse tan pronto y tantas veces con el gobierno iraní tras el levantamiento de las sanciones se puede entender ahora. Serán miles de millones de euros los que caerán sobre España. Construir de cero una refinería supone una inversión de varios miles de millones (entre 6.000 y 9.000 millones), más los puestos de trabajo que se generarían en el proyecto.
Según anunció el gobierno iraní, la inversión en esta planta será mixta: un 50 % de origen iraní y el resto procederá de inversores españoles.
"El objetivo de Irán al establecer una refinería en España y otras en otros países es garantizar una perdurable seguridad en las ventas y exportaciones de crudo", añadió.
Según explicó, esa política de establecer refinerías en el exterior es "la forma más segura de incrementar las exportaciones", al tiempo que descartó que ese proceso sea demasiado costoso para el país ya que podrá compensar la inversión tanto por la venta de crudo como por "los altos beneficios de las refinerías".
Irán ya inició en los últimos meses conversaciones con Indonesia, la India y Brasil para la construcción de refinerías en su territorio, a la espera de que culminen las sanciones que todavía pesan sobre su economía al calor del acuerdo nuclear firmado con las potencias del Grupo 5+1, que se calcula que entrará en vigor en breve.
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