La industria electrointensiva no gana para sustos. A su preocupación por el alto número de parones sufridos en sus plantas en los primeros meses del año por motivos económicos, el Gobierno prepara una nueva reforma que dejará el mecanismo de interrumpibilidad peor parado que hasta ahora.
Según la propuesta de orden de modificación por la que se regula el mecanismo de interrumpibilidad, "se procede a eliminar el producto de 90 MW y a crear un nuevo producto de 40 MW, para el que se mantiene el mismo nivel de exigencia en el cumplimiento de los requisitos de prestación del servicio".
Es decir, la principal reforma repercute directamente a las grandes empresas de la industria electrointensiva: Alcoa, Arcelor, Asturiana de Zinc, Celsa y Ferroatlántica son los perjudicados por esta medida.
Bajar los bloques de 90 MW a 40 MW tiene una doble repercusión. Por un lado, el precio de salida es más bajo, y las compañías cobrarán menos que con los de 90 MW que aproximadamente era de unos 25 millones de euros al año.
Por el otro lado, al bajar a 40 MW pueden optar a esos bloques más plantas que consumen 50 MW o más pero no alcanzaban los 90 MW y que se veían abocados a ofertar por bloques de 5 MW. Por tanto, la competencia será mayor.
El Gobierno achaca esta reforma a dos organismos que se han quejado públicamente del mecanismo de interrumpibilidad. El objetivo no es otro que "aumentar la competencia en el procedimiento de subastas que permite asignar el servicio, aspecto que ha sido sugerido por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia en diferentes informes emitidos desde la puesta en marcha de este mecanismo competitivo", dice la propuesta de orden.
El último informe de la CNMC se quejaba de que en los bloques de 90 MW prácticamente no había competencia. Cinco son las grandes empresas que luchaban por los bloques de 90 MW, anteriormente citadas. Alcoa, es la que más posee, puede optar hasta 6 bloques de 90 MW. Azsa lucha por dos mientras que el resto por uno. Como mucho podía haber 11 bloques en la subasta.
Lo normal es que dieran 8 ó 9 en la subasta por lo que la mayoría de bloques se quedaban sin competidores suficientes para que hubiera una puja real. Casi siempre se asignaban los bloques por falta de competencia y eso ahora con los de 40 MW se va a acabar, o eso es lo que pretende el Gobierno con esta materia.
El otro organismo que apoya esta reforma es la Comisión Europea. Bruselas, en plena investigación de los mecanismos de capacidad ya advirtió a España de que modificara la subasta de interrumpibilidad. La reforma del año pasado con una subasta de 5 meses no fue suficiente para la Comisión Europea que le ha pedido al Gobierno que dedique menos dinero a un mecanismo que prácticamente no se ha utilizado desde 2014 cuando se creó.
Nueva subasta
Esta nueva reforma también calendariza la segunda subasta de interrumpibilidad para 2018. Según la orden, se establece un segundo periodo de entrega que comprenderá el periodo temporal entre el 1 de junio y el 31 de diciembre de 2018 (siete meses).
La solicitud de los proveedores y la presentación de la documentación necesaria para acreditar el cumplimiento de los requisitos deberá realizarse no más tarde del 6 de abril de 2018. El operador del sistema, a la vista de la información presentada y tras el análisis de la
misma, habilitará a los consumidores que corresponda conforme a los requisitos establecidos en la Orden IET/2013/2013, de 31 de octubre, no más tarde del 27 de abril de 2018.
Asimismo, no más tarde del 27 de abril de 2018, el operador del sistema notificará al consumidor la decisión sobre la habilitación de manera motivada y transparente, y comunicará al Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital los parámetros y condiciones de los consumidores que resulten habilitados. Ahí será cuando el Gobierno pondrá la fecha en la que se lleve a cabo la segunda subasta.
Por cierto, los implicados tiene 7 días solo para presentar sus alegaciones. Dense prisa.
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