Con la llegada del 8 de marzo, el Día de la Mujer, llega también el momento de hacer balance de cuál es su situación en el sector energético. Y para ello, AEMENER, la Asociación Española de Mujeres de la Energía, en colaboración con PwC han elaborado el primer "Observatorio sobre el rol de la mujer en la empresas del sector energético 2018" en el que se destaca dos aspectos, uno positivo y otro negativo.
"El positivo es que, aunque parece que la mujer no está lo suficientemente representada en el sector, la realidad es que si lo comparamos con hace 30 años, la situación es muy diferente, hay una evolución lenta pero positiva", ha señalado Mercedes Jul, responsable de Estudios de AEMENER, durante el III Encuentro Mujer y Energía, "pero lo negativo es que el estudio evidencia que hay escasez de la figura de al mujer y ha medida que se escala posiciones de responsabilidad es aún menor".
En 2018 el 28,5% de los empleados de las empresas analizadas eran mujeres lo que supone un incremento anual relativo de un 2% desde 2010, año en el que solo eran el 23,8%. "Pero no nos podemos alegrar solo con ese crecimiento, porque si echamos números al futuro, de continuarse con la senda de crecimiento de mujeres en plantilla actual tendríamos que esperar hasta 2050 para alcanzar paridad en el sector".
El estudio también ha resaltado la diferencia entre trabajar en empresas públicas y privadas dentro del sector de la energía. "La presencia de la mujer en la empresa pública es más significativa que en la empresa privada. Sin embargo, se observa estancamiento en la evolución del número de mujeres en la empresa pública y eso que comenzaba con una cierta ventaja", ha explicado Jul.
Esto significa que mientras que en 2010 el porcentaje de mujeres en la empresa pública era del 36,5% y en 2018 había bajado ligeramente hasta el 36,3%, en la privada se comenzaba desde un punto más bajo, el 22,8%, pero el crecimiento ha sido evidente, hasta llegar al 28,2%.
Más datos. Hay más mujeres trabajando en energéticas dedicadas al sector servicio que las propiamente tecnológicas o de fabricación de productos. Tanto es así que en las primeras hay hasta un 34% de féminas mientras que en las segundas apenas alcanzan el 19,6%. En definitiva, "las empresas orientadas a ofrecer servicios tienen un mayor porcentaje de presencia femenina y las especializadas en tecnología o fabricación de productos tienen una menor presencia".
Y como era de esperar, también esas diferencias se hacen más grandes a medida que se asciende en la responsabilidad de las tareas. "Aunque si se hace una comparativa histórica hay una evolución al alza en todos los departamentos, a excepción de los operarios".
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