El mercado del biodiésel tiene futuro, según Wood Mackenzie

El mercado del biodiésel, hoy por hoy, es pequeño: con alrededor de 0,9 millones de b / d, satisface menos del 1% de la demanda mundial de petróleo y se usa únicamente en el transporte por carretera. Pero, según Wood Mackenzie, crecerá más rápido que cualquier otro segmento de la demanda de petróleo, excepto quizás los petroquímicos.

El pronóstico de los expertos de Wood Mackenzie es que el mercado ascenderá a 1,5 millones de b / d para la década de 2030, incluidos hasta 0,2 millones en la aviación. Potencialmente, hay muchas ventajas: el escenario de demanda sostenible (SDS) de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) estima que se necesitarán 3 millones de b / d para 2030 para llegar a una ruta de 2 ° C o menos. Sin embargo, llegar a ese nivel requiere un gran avance tecnológico, y pronto.

Todos los principales centros de demanda, entre ellos India, necesitan biodiésel, pero el mercado de gran crecimiento es California. Allí, los estándares de combustibles bajos en carbono están incentivando nuevas inversiones en capacidad de biodiésel en otras partes de EEUU y Singapur.

El biodiésel tiene un alto potencial de crecimiento durante la transición, ya que los combustibles para el transporte a base de petróleo crudo se enfrentan a una disminución paulatina.

Sin embargo, el biodiésel solo puede ser parte de la solución de descarbonización para el transporte. La materia prima es una limitación. El mercado mundial de aceite vegetal es de alrededor de 200 Mt al año, mientras que la demanda de combustible de aviación y diésel de carretera fue de alrededor de 1.200 Mt en 2019. Pero se mezcla fácilmente con diésel a base de petróleo crudo o queroseno para aviones, lo que ayuda a reducir las emisiones.

El SDS de la AIE considera que el bio-jet debe representar el 10% del suministro de combustible de aviación para 2030, una década antes de las previsiones de nuestro caso base, frente a menos del 1% actual. A medida que los vehículos eléctricos entran en el mercado, desplazando a los vehículos ligeros con motores ICE, las tasas de mezcla pueden aumentar, lo que mantiene la demanda de biodiésel.

Solo Eni y Total han reutilizado una refinería de biodiésel en el pasado, aunque ExxonMobil, Shell y BP producen biocombustible junto con productos crudos en algunas refinerías.

La primera reutilización en esta recesión es Grandpuits de Total (93 kbd) cerca de París, a un costo de 500 millones de euros. A partir de 2024, Grandpuits producirá biodiésel, principalmente para aviones y bioplásticos . La planta también contará con reciclaje de plásticos y dos plantas solares fotovoltaicas. Grandpuits puede ser un modelo a seguir por otros: las refinerías reutilizadas del futuro serán muy diferentes de la tecnología de chimeneas del siglo pasado.

¿Se puede ganar dinero con los biocombustibles?

Hoy por hoy, no. La materia prima de aceite vegetal cuesta más de $ 100 / bbl, mientras que el crudo Brent es cuesta poco más de $ 40 / bbl. Además, las unidades de biodiésel solo producen la parte liviana del barril y los volúmenes son solo una cuarta parte de los de la refinería de petróleo crudo que reemplazan. Pierden economías de escala.

Entonces, ¿por qué los refinadores están tan interesados? Según Wood Mackenzie, la estrategia es a largo plazo. Los biocombustibles son un poco como otras tecnologías de cero carbono en etapa inicial, como el hidrógeno verde y la captura y almacenamiento de carbono , técnicamente probadas pero aún no comerciales.

El dinero debe llegar con inversión, reducción de costos y escala; pero también requerirá una política de apoyo, incluida la fijación de precios del carbono. El gran objetivo de I + D es comercializar desechos y residuos, en lugar de cultivos alimentarios, como materia prima, recortando costos y eliminando la amenaza de interrupción de la cadena de suministro de alimentos.

Wood Mackenzie lo tiene claro: las 'Grandes Ligas' deben asumir riesgos para ser líderes, invirtiendo en estas tecnologías emergentes a medida que se comercializan. Los biocombustibles es una de ellas, una tecnología que puede ayudar tanto al refinador como a sus clientes a perseguir sus objetivos de reducción de carbono.