El recibo de la luz se ha abaratado este mes de noviembre un 1,1% con respecto a octubre, encadenando así su segundo mes consecutivo de caídas y dejando atrás la espiral alcista que le había llevado a sumar seis meses seguidos de subidas.
En concreto, la factura media para un consumidor doméstico este mes se ha situado en los 71,14 euros, unos 80 céntimos menos que en octubre. Para hacer un cálculo homogéneo se ha tenido en cuenta los 30 últimos días de octubre, ya que el mes de noviembre cuenta con 30 días.
De este importe de la factura, 14,39 euros corresponden al término fijo, 41,54 euros al consumo, 2,86 euros al impuesto de electricidad y 12,35 euros al IVA, según datos recogidos por Europa Press a partir del simulador de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
Esta evolución del precio de la luz corresponde con la factura de un consumidor medio con una potencia contratada de 4,4 kilovatios (kW) y una demanda anual de 3.900 kilovatios hora (kWh).
Este abaratamiento en noviembre en el recibo de la luz ha estado motivado, principalmente, por la caída registrada este mes en el precio medio del mercado eléctrico español, que ha cerrado en los 62 euros por megavatio hora (MWh), un 5% inferior al mes pasado.
Con respecto al mismo mes de noviembre del año pasado, el recibo de la luz se mantiene prácticamente en línea, con un ligero incremento del 0,08%.
En el caso del precio medio del mercado eléctrico español, el conocido como 'pool', el nivel de noviembre es un 4,7% superior a hace un año.
No obstante, considerando la evolución del mercado diario hasta la fecha y las cotización de los precios futuros hasta fin de año, el precio medio previsto del mercado eléctrico español en 2019 a cierre de 2018 es de 57,2 euros por MWh, un 9,7% mayor que el de 2017, lo que supondría el segundo año con el precio medio del mercado eléctrico más caro desde 1998, según datos de la Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía (AEGE).
Peso del 'pool' en el recibo de la luz
El precio mayorista de la electricidad tiene un peso cercano al 35% sobre el recibo final, mientras que alrededor del 40% corresponde a los peajes y cerca del 25% restante, al IVA y al Impuesto de Electricidad.
El mercado mayorista funciona de forma marginalista, de modo que las tecnologías entran por orden de coste y la última de ellas en participar, la más cara, marca el precio para el conjunto.
El Gobierno congeló para 2018, y por quinto año consecutivo, los peajes y cargos eléctricos con los que los consumidores sufragan los costes regulados.
Para contrarrestar la espiral alcista de la luz en los últimos meses, el Gobierno aprobó en el mes de octubre un real decreto de medidas urgentes que contempla, entre otras medidas, la suspensión del impuesto del 7% a la generación eléctrica, aprobado en 2012 por el anterior Ejecutivo del PP, y una exención del 'céntimo verde' para el uso del gas para producir electricidad.
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