Parecía mentira, incluso aún nadie se las tiene todas consigo, pero sí, la central nuclear Vandellós II regresa tras cuatro meses de parón. No se sabe muy bien si es este miércoles 11 como dice Red Eléctrica en su archivo de indisponibilidades, si es el día 12 según publica Endesa, el caso es que cuatro meses ha estado parada la central nuclear de Vandellós, una de las causas que ha desestabilizado el mercado eléctrico.
Durante estos cuatro meses se ha especulado de todo sobre la central. Los antinucleares diciendo de todo y nada bueno sobre el sistema de seguridad. La empresa y el CSN sin ser tampoco excesivamente transparentes en los continuos retrasos del regreso al sistema de la central. Al final, ANAV, la empresa que gestiona Vandellós II y Ascó, decidió tirar por el medio y unió su parada no programada con la de la recarga del combustible de la central. Por una cosa u otra, al final, ha estado más de cuatro meses parada.
Esta ha sido su pequeña historia.
A inicios del mes de marzo, la central nuclear de Vandellós II, en Tarragona, tuvo que parar tras detectarse un goteo de agua en uno de los mecanismos del sistema de refrigeración del reactor, según contó el Consejo de Seguridad Nuclear.
El goteo, tal y como señaló el CSN, está “muy por debajo de los límites establecidos en las Especificaciones Técnicas de Funcionamiento”, y no ha tenido impacto en los trabajadores, en el público ni en el medio ambiente.
Pero había que ver qué pasaba. Pasaron los días y el incidente fue más de lo que se preveía. Fuentes de ANAV aseguraron a El Periódico de la Energía que el suceso parecía ser más grave de lo que se pensaba sin que ello afectara a la seguridad de la central. Los técnicos “tendrán que arreglar la válvula que dio origen al goteo”, confirmaron las fuentes. Además, “se realizará una revisión entera de lo que se denomina el circuito A del sistema de refrigeración del reactor”.
Las mismas fuentes señalan que estas serán las principales acciones, pero que estarán previstas otras más para dejar la central en las condiciones perfectas para su regreso a la actividad. Pero su regreso a la actividad que se esperaba para abril no llegó.
El 9 de abril, cuando ya se acercaba su regreso al sistema, Vandellós cayó en otro problema. Comenzaba a coger tintes de fenómeno paranormal. La Asociación Nuclear Ascó y Vandellós (ANAV), propietaria de la central nuclear tarraconense notificó al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) un nuevo suceso que haría retrasar aún más su puesta en marcha.
“El titular de la central nuclear Vandellós II (Tarragona) ha notificado al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), siguiendo el procedimiento establecido, que, en la tarde del viernes, durante las verificaciones previas al arranque de la central, detectó un goteo en el cierre de uno de los termopares de la vasija del reactor. Por este motivo, el titular inició la secuencia de acciones para retornar la planta a parada fría (modo 5) y solventar el goteo, así como para estudiar las causas. El suceso no ha tenido impacto en las personas ni en el medio ambiente”, reza el comunicado del CSN.
Pocos días después, Almaraz paraba para la recarga de combustible. Y el sistema eléctrico español sin dos de sus más grandes centrales nucleares. Solo cuatro días después, el día 13, la empresa anunciaba que la parada iba para largo. Dijeron que iban a aprovechar la parada no programada para hacer la recarga. La central iba a estar parada hasta el 31 de mayo.
Pero no fue así. La cosa iba a peor. Tampoco se informaba mucho de lo que realmente sucedía en la planta. Solo que se retrasaba su disponibilidad. Justo antes de comenzar su parada por recarga de combustible, los problemas no se solventaron. Endesa, propietaria mayoritaria de ANAV, anunciaba que estaría hasta el día 16 de julio parada. Cuatro meses y medio sin generar un kWh.
A todo esto, el precio de la electricidad no dejaba de subir. Después de estar un mes con Almaraz y Vandellós paradas, el suceso de la planta tarraconense llegó a empalmar también con la parada de recarga de Trillo. Otro mes con dos centrales paradas. Y encima Ascó también tuvo un problema a finales de mayo que dejó el sistema con casi la mitad de su parque nuclear sin funcionar.
Pudieron arreglar todo antes de lo previsto y adelantaron la parada de recarga. Solo le iban a ganar unos días. De repente, del día 16 de julio previsto se pasó al día 9. Después al 10. Y ahora no se sabe muy bien, si será este miércoles o el jueves cuando regrese. Pero viendo cómo se las han gastado en Vandellós en los últimos meses, no extrañaría que se alargara unos días. Ojalá que no.
Por el bien de los consumidores, el hecho de que los siete reactores estén en funcionamiento ayudará a rebajar la tensión en el mercado eléctrico. Desde que estuvieron Almaraz y Vandellós paradas hasta el día de hoy, el precio del pool ha vivido una continua subida de precios, también afectada por los combustibles fósiles y el precio del CO2. El pool roza los 60 euros MWh, y los futuros tienden al alza.
¿Ayudará que Vandellós regrese al sistema para ver precios más bajos? ¿Continuará el agua reinando a sus anchas en el mercado? ¿Aumentará su producción las centrales térmicas? El futuro dirá, pero el mercado anuncia que no habrá cambios significativos y continuarán los precios altos en la electricidad.
Moonlight
12/07/2018