Un año después de que el gobierno eliminara el impuesto al sol y casi tantos meses después de aprobarse el RD de Autoconsumo, todavía falta por desarrollar una normativa que permita dar un paso más allá a la mera instalación de paneles solares en un tejado: el autoconsumo compartido dinámico y la gestión de los excedentes.
Por el momento, y desde abril pasado, es posible el autoconsumo compartido en España, pero solo en la modalidad estática, en un sistema estático de coeficientes fijos, es decir, que todos sus participantes comparten la instalación en función de la potencia o de la inversión realizada y no de la energía consumida. Además, tampoco se sabe cómo esos autoconsumidores deben repartirse la compensación por los excedentes vertidos a la red en sus facturas, una regulación que se espera que el Ministerio de Transición Ecológica lo estandarice mediante una Orden Ministerial.
Así al menos lo señala el RD 244/2019 de Autoconsumo, en su Diposición Quinta del Anexo I, que dice que "se modificará el Anexo I para desarrollar los mecanismos y requisitos que resulten necesarios para permitir la implementación de coeficientes de reparto dinámicos para el autoconsumo colectivo o asociado a una instalación a través de la red".
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Esta normativa deberá responder a preguntas como ¿qué ocurre si un vecino que participa en una instalación de autoconsumo compartido vierte más excedentes a la red que otro porque su consumo es menor? ¿y si ésta supera a la compra de electricidad? ¿cómo se causan altas y bajas de autoconsumidores a lo largo del tiempo? ¿cómo dimensionar una instalación de autoconsumo en una comunidad de vecinos? o ¿cómo se reparten los excedentes? "Lo primero es tener un buen diseño de la instalación", explicaba Jorge Morales, experto en el sector eléctrico y director de Geoatlanter, en el VI Foro Solar organizado por UNEF, "y lo segundo, probablemente se necesite una empresa o un profesional que se dedique a gestionarlo".
La compensación de los excedentes, no solo en una instalación de autoconsumo sino en una de autoconsumo compartida, es compleja, con lo que "será más difícil cuando sea posible la modalidad dinámica", añadía, "y aún más se tendrá que definir cómo se entiende desde el punto de vista de la fiscalidad".
Por el momento, la compensación simplificada de excedentes está libre de tributación, pero "no está escrito en ninguna norma por lo que existe cierta inseguridad al respecto". Y más aún si se refiere a la compensación dinámica, "que se puede considerar una especie de trueque", explicaba Morales.
Una de las propuestas es, de forma paralela a esta normativa sobre autoconsumo compartido dinámico, modificar la Ley de Propiedad Horizontal y la normativa tributaria, "sobre todo para evitar que al considerarse la compensación de los excedentes en un segundo pagador, tenga que incorporarse en la Declaración de la Renta, con lo que se complica aún más todo el proceso".
Por su parte Isabel Bajo, presidenta del Colegio de Administradores de Fincas de Madrid señalaba que "la mejor opción es ver lo que se está planteando en las comunidades de propietarios y también en otro tipo de autoconsumidores, donde principalmente se están realizando este tipo de instalaciones para las zonas comunes, caminamos hacia consumos colectivos pero para hacer frente a las necesidades de calefacción, ascensores, piscina, etc., y ahí, si hay excedentes, se reparten entre todos".
"Lo más sencillo para los autoconsumidores colectivos será unificar los contadores de los vecinos en uno genérico, pero no se puede hacer porque choca directamente con cómo está diseñado el término de potencia, el término fijo de la factura, que en España está suponiendo una barrera a las nuevas modalidades y sobre todo al autoconsumo compartido", apuntaba Jorge Morales, "también sería una alternativa crear una estructura paralela, una cooperativa o una figura de comisión de bienes que permitiera organizar si se vierte a la red el excedente, se vende a un tercero o a otro vecino de la misma instalación que lo necesite".
De esta manera, se crearían mayores oportunidades y se maximizaría la rentabilidad de la inversión.
"La solución es muy sencilla, lo mejor es crear, mediante una simple orden administrativa, una tarifa específica para las facturas de autoconsumo en la que se reflejara perfectamente los ahorros", proponía Isabel González, jefa del Servicio de Energía de Andalucía, "porque lo que hay ahora los vecinos no lo terminan de ver claro".
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