Uno de los mayores retos a los que se enfrenta España es lograr que la transición energética sea también justa en aquellas comarcas donde se abandona la actividad minera del carbón y la generación eléctrica a través de este mineral.
La descarbonización debe tener en cuenta a todos y eso significa los miles de personas que han vivido durante décadas de la minería y las centrales térmicas de carbón.
En este caso, la eléctrica Endesa está llevando a cabo sus planes de transición justa, conocidos como planes Futur-e, en los que en torno a las nuevas instalaciones de energías limpias, va a dar formación y trabajo a todos los extrabajadores de sus centrales térmicas.
Uno de sus principales proyectos, y uno de los que está en fase más avanzada, es el de la central térmica de Andorra, en la provincia de Teruel.
Gran parte de la población local ha trabajado en las minas o en la central, por lo que el cierre se ha vivido con preocupación e incertidumbre en la zona. Pero Endesa tiene un plan que no dejará a nadie atrás.
Apuesta por las renovables
La compañía tiene previsto la construcción de 1.725 MW de potencia renovable en los términos municipales de Andorra, Alcorisa, Alcañiz, Calanda e Híjar, un proyecto que incluye la mayor planta solar en construcción en Europa y un sistema de almacenamiento energético a gran escala. Además, está encima de la mesa una propuesta para desarrollar un proyecto de hidrógeno verde, que permitirá atraer inversiones sostenibles a la provincia de Teruel.
A ello hay que sumar los parques eólicos que la eléctrica está construyendo en la zona y en los que ya trabajan algunos trabajadores de la central térmica.
Es el caso de Sonia Bielsa, ingeniera y supervisora de mantenimiento de parques eólicos.
Sonia inició su carrera profesional en la central de Andorra y, cuando ésta cerró, pasó a formar parte del equipo de los parques eólicos que se construyeron en el entorno. “En julio de 2019 mi vida cambia. Con el cierre de la central tengo la suerte de entrar a trabajar como supervisora de operación y mantenimiento en los nuevos parques eólicos de Muniesa, Farlan y San Pedro de Alacón”.
La sostenibilidad como eje principal estratégico
El objetivo de la compañía no es otro que ir descarbonizando su mix de generación y convertirse en la eléctrica más limpia en los próximos años.
Así, Endesa prevé una inversión total estimada de 25.000 millones de aquí a 2030. Unos 10.000 millones se destinarían a nueva potencia renovable para alcanzar un mínimo de 18.000 MW. Y otros 10.000 millones a digitalización y modernización de la red, para mejorar el servicio y permitir, entre otros objetivos, mecanismos de flexibilidad de demanda en hogares y empresas de hasta 1.000 MW.
Además, se ha fijado el objetivo de alcanzar siete millones de clientes en el mercado libre y llegar a 575.000 puntos de recarga para vehículos eléctricos a cierre de 2030.
Con todo ello, el parque de renovables crecerá un 30% hasta 2023 respecto a 2020, por lo que el 89% de la producción peninsular estará libre de emisiones de CO~2 ~al final de ese año.
Contenido patrocinado por Endesa
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