Este jueves se aprobó en el Congreso el decreto ley que contiene la rebaja del IVA aplicado a la factura de gas del 21% al 5%, entre otras medidas.
Tocó el turno de Vox y compareció el nuevo portavoz en la Comisión de Transición Ecológica y el Reto Demográfico, José María Figaredo. No sé si es su estreno, lleva en el cargo desde el pasado día 3, pero el mensaje que lanzó desde la tribuna fue vergonzoso por sus imprecisiones y sobte todo por ir en contra de las energías renovables y querer favorecer el carbón.
Se empeñó el señor Figaredo en resaltar que Vox defiende la soberanía energética, es decir, la propia producción autóctona de energía. Algo que nadie en todo el Parlamento discute. Lo que choca es que después de decir eso critique las energías renovables cuando se tratar de la forma más barata de producir energía a día de hoy y encima son fuentes autóctonas y hacen reducir la dependencia energética de otros países.
Figaredo criticó que la eólica y la solar tienen mucha capacidad para producir poco, pero engañó adrede con los datos para así criticar a Podemos. Un ejemplo: "La eólica tiene 30 GW para producir luego 6 gigas" o que "la solar tiene 20 para producir un máximo de 4 gigas". Un mensaje que no tiene ni pies ni cabeza.
Tiene razón en que estas tecnologías necesitan respaldo, y que ese respaldo se hace con gas en su amplia mayoría. Pero vuelve a equivocarse al mencionar tecnologías como si ya no estuvieran en el mix eléctrico español y que también dan respaldo a las renovables cuando no es su función como la nuclear y la hidroeléctrica. (La nuclear actúa como energía base señor Figaredo y la hidroeléctrica es también renovable y genera principalmente si llueve y bajo la premisa del coste de oportunidad).
Y encima todos estos mensajes erróneos acaban con una alabanza a las centrales térmicas de carbón, ua tecnología que está totalmente obsoleta, la más contaminante de todas las tecnologías del mix y que cada vez juega un papel menor en todos los países.
Para colmo de la coherencia, para acabar le pide al Gobierno que acabe con el mercado marginalista al igual de bien que ha hecho al salirse del Tratado de la Carta de la Energía. Si supiese el señor Figaredo que es Podemos el estandarte de los contrarios al marginalismo en el mercado eléctrico probablemente cambie de opinión. Y ya no digo el por qué de la salida de España de la Carta de la Energía.
En definitiva, un mensaje fuera de lugar, erróneo, que mezcla muchas cosas y que está muy alejado de la realidad.
PD. Deberían haber dejado a Mireia Borrás, que al menos conoce cómo funciona la cosa, pero claro no es lo mismo.
Asimov
28/10/2022