Ministros, responsables de las principales empresas energéticas y expertos procedentes de 72 países convergerán a partir de este martes en Argel para discutir el futuro del sector en la XXV edición del Foro Internacional de la Energía (IEF).
El que es considerado uno de las cónclaves más importantes del ramo a nivel mundial ha quedado este año ensombrecido, sin embargo, por la promisoria reunión informal que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) celebrará a su margen.
Un encuentro que pondrá sobre la mesa el pulso que libran los 14 miembros del cartel por la estabilidad del mercado, y que podría transformarse en una reunión extraordinaria capacitada para adoptar decisiones definitivas, según reveló el ministro argelino de Energía, Noureddine Boutarfa.
"Esta era una rueda de prensa para hablar del foro pero veo que todas las preguntas giran en torno a la reunión de la OPEP", aseguró con cierta ironía el ministro antes de reconocer que esta última ha devenido en una cita fundamental.
En opinión de Boutarfa la situación ha empeorado desde el verano, lo que obliga a la OPEP a acordar lo antes posible un mecanismo que permita alcanzar la meta a la que todos aspiran: estabilizar al alza el precio del barril de crudo.
"Todos los países estamos de acuerdo en que esta situación no es sostenible, y en la necesidad de la estabilización pero debemos hallar una fórmula que beneficie a todos y esto será responsabilidad de cada país", indicó.
En esta línea, Boutarfa argumentó que el problema reside en que el actual desequilibrio "neto" entre la oferta y la demanda de crudo -en favor de la primera- ancla el precio por debajo de la horquilla de los 50-60 dólares barril, lo que perjudica a los productores más pequeños y evita nuevas inversiones.
Según los expertos, equilibrar exigiría o congelar o reducir la producción mundial de crudo -actualmente el cartel lanza al mercado unos 33,4 millones de barriles diarios-, solución que enfrenta a Arabia Saudí con Irán, y a la que también muestran cierta reticencia productores externos como Rusia.
Debido a esta "superabundancia de petróleo en el mercado, los países de la OPEP pierden cada día entre 300 y 500 millones de dólares", señaló hoy Boutarfa.
"Somos flexibles sobre la cuestión de congelar la producción, el papel (de Argelia) es reunir a las partes, y es la OPEP la que está condenada a tomar una decisión" definitiva que permita estabilizar el mercado, subrayó.
Boutarfa se mostró, no obstante, optimista sobre el resultado de la reunión de Argel, y sostuvo sus esperanzas en dos pilares: uno, las señales positivas que en su opinión tanto Riad como Teherán han enviado.
Y dos, la participación en el foro y en el encuentro informal del ministro iraní de Petróleo, Bijan Zangeneh, que como Argelia y otros productores apoya la idea de que los precios se sostengan en la referida horquilla.
En este contexto, el Foro Internacional de Energía -fundado en 1991- arrancará el martes en el nuevo centro de convenciones de Argel bajo el lema "Energía mundial en transición: un espacio para el diálogo".
"El IEF agrupa a un gran número de países productores y consumidores que representan el 90 por ciento de la oferta y la demanda mundial de energía. Es un espacio neutro para la discusión a alto nivel", recordó Hamid Dahmani, director general del ministerio argelino de Energía.
En una intervención previa a la rueda de prensa del ministro, el funcionario detalló que los asistentes participarán en cuatro sesiones cerradas, la primera de las cuales se dedicará a examinar las perspectivas y los desafíos del mercado.
La segunda girará en torno a los desafíos industriales y a la implicación en el mercado del gas natural y el gas licuado mientras que la tercera acometerá las energías renovables y su eficacia de cara a la próxima década.
Por último, los participantes discutirán la gobernanza y el diálogo mundial energético, apostilló.
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