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En memoria de Gladys: un documental recuerda a la activista que murió de un disparo de la Guardia Civil durante una protesta antinuclear hace 40 años

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El Gobierno de Navarra, a través de la Dirección General de Paz, Convivencia y Derechos Humanos, ha organizado, junto a los autores de la obra, dos proyecciones del documental “Ez, eskerrik asko! La ventana de Gladys”, los próximos 16 de enero y 19 de febrero en Pamplona y Tudela, respectivamente.

Dirigido por la cineasta Bertha Gaztelumendi sobre una idea original y guión de Sabino Ormazabal, el documental, en el que ha colaborado la dirección general, recoge los sucesos que rodearon la historia de su muerte en el marco de las protestas contra la proliferación de proyectos de construcción de centrales nucleares, informa el Gobierno de Navarra en un comunicado.

Cuarenta años después de su muerte y complementando el trabajo iniciado con la realización de otras investigaciones en torno a la memoria familiar, social e institucional de Gladys del Estal y su lucha, la dirección general ha querido programar los dos pases en unos momentos en que "las protestas pacíficas contra el cambio climático y la apuesta por las energías limpias y renovables están de plena actualidad".

La primera proyección del documental se realizará en los cines Golem–Baiona de Pamplona el próximo jueves 16 de enero y la presentación en Tudela está prevista para el próximo 19 de febrero en el Cine Moncayo.

Gladys del Estal murió el 3 de junio de 1979, a los 23 años, por un disparo de la Guardia Civil cuando participaba en una protesta antinuclear pacífica contra la construcción de una central nuclear en Tudela.

En el documental se lleva a cabo una recopilación de imágenes y testimonios en torno al movimiento ecologista y antinuclear desarrollado en Navarra y en el País Vasco en las décadas de los 70 y 80, haciendo un especial énfasis en el compromiso ecologista y pacifista de Gladys del Estal.

Al finalizar el documental habrá un coloquio con Bertha Gaztelumendi y Sabino Ormazabal.

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Un comentario

  • Miguel

    30/01/2020

    Comparar una central nuclear, con una bomba nuclear, pone de relieve que existía una imagen distorsionada de la realidad.
    No me extraña que se manifestasen y les fuese la vida en ello.
    Los españoles, como franceses y otros tantos, han disfrutado de la electricidad generada por las centrales nucleares, dando una gran estabilidad a el suministro eléctrico, y mejorando el confort y calidad de vida de los ciudadanos.
    ¿Cuántos de los que se manifestaron en esos momentos, se manifestarían, después de haber vivido y disfrutado toda la vida de la electricidad de las centrales nucleares?
    No era el lobo tan fiero como lo pintaban.

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