El presidente de Enagás, Antonio Llardén, ha asegurado en una rueda de prensa que el gasoducto Midcat, también conocido como STEP1, es un proyecto que todavía está en el aire y al que no hay cerrar la puerta.
La CNMC y el regulador francés CRE realizaron un informe cada uno en el que aseguraban que por problemas de costes el gasoducto entre Francia y España no debería construirse al no encontrarse beneficios económicos para los consumidores.
Según Llardén, “no existía grado de acuerdo” en cómo se debía financiar esta infraestructura gasista y el reparto entre los mercados afectados: España, Francia y Portugal.
Asimismo, tampoco hubo acuerdo en un asunto desconocido por la mayoría. “Francia tenía derecho para poder interrumpir el suministro en cualquier momento”, algo por lo que las autoridades españolas no estuvieron de acuerdo y por tanto hacía más inviable el pacto entre las partes para llevar a cabo el proyecto.
De todas formas, “no hay que cerrar la puerta a esta infraestructura”, ha afirmado Llardén.
El presidente de Enagás ha explicado que la asociación de reguladores europeos ACER tiene que pronunciarse al respecto y decidir si es necesaria eta infraestructura. Además, “ambo reguladores dejan la puerta abierta a que haya un nuevo informe sobre los costes económicos que sí lo valide”, ha dicho Llardén.
La Comisión Europea, de todas formas, es quien tiene la pelota en su tejado. Bruselas tiene que tomar una decisión sobre los proyectos de interés común, y el STEP1 está por ahora dentro de los PICs europeos. Ahora, tras estos informes tiene que tomar una decisión tras escuchar a los reguladores europeos.
En definitiva, Enagás estará de todas formas a lo que dicte el Gobierno y el regulador sobre esta infraestructura gasista.