La central Térmica de Andorra (Teruel) va a desconectarse este jueves, 13 de febrero, porque las condiciones del mercado no son las adecuadas para la producción de energía a un precio competitivo, pero va a seguir disponible hasta el próximo 30 de junio o hasta que el Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico emita el cese de la actividad.
Desde Endesa han apuntado a EFE que en estos momentos disponen unas 25.000 toneladas de carbón de reserva que les permitiría producir energía durante cinco días y que la central retomará la actividad "cuando las condiciones del mercado lo permitan".
En este sentido han recordado que está misma situación ya se vivió durante el primer semestre de 2019, cuando la actividad en la central estuvo "parada la mayor parte de los meses".
También han explicado que en estos momentos cuentan con 130 trabajadores de Endesa y 125 más que pertenecen a empresas auxiliares, mientras que ya se han producido 22 recolocaciones y "los próximos meses seguirá el ritmo de recolocación".
Cuando se produzca el cierre definitivo de la actividad, han continuado, habrá trabajadores que se incorporarán a las labores de desmantelamiento de las instalaciones.
Por su parte, el secretario general de la Unión Comarcal de CCOO en Andorra, Antonio Jiménez, ha asegurado a Efe que los trabajadores se sienten preocupados y ha exigido que ninguno se quede en el paro ni hasta el 30 de junio ni el 1 de julio y ha asegurado que "el Gobierno central se tiene que poner manos a la obra".
En esta línea, Jiménez ha recordado que el convenio de la Transición Justa se iba a firmar “de mayo a septiembre” pero que siguen sin soluciones y “completamente indignados” porque llegará el cierre y “no se habrá hecho nada”.
Por este motivo, ha añadido, van a seguir reivindicando las recolocaciones de los trabajadores en Andorra y no “a kilómetros de casa” y ha criticado que el proceso de transición se haya “hecho del revés” porque, según ha dicho, “primero se han cargado los puestos de trabajo y luego ya verán qué hacen”.
El responsable del área de Juventud de la Unión Comarcal de CCOO, Darío Sanz, ha reconocido que los trabajadores ya sabían que este paro se iba a producir tarde o temprano porque el carbón que quedaba iba a llegar “como mucho” hasta el final de febrero, aunque ha declarado que aún sabiéndolo “ha sentado mal”.
“Por lo que he entendido ya no se van a encender los grupos pero se va a mantener el personal en labores de mantenimiento, porque las instalaciones tienen que seguir controladas hasta que se decrete el cierre por parte del Gobierno”, ha señalado.
Sanz ha criticado que las eléctricas y el Gobierno continúen haciendo anuncios y declaraciones mientras que “no hacen nada” y ha lamentado que el reparto de los fondos europeos para la Transición Justa haya “premiado a países que van a mantener sus centrales abiertas”, como Alemania o Polonia.
En este sentido, el responsable de CCOO se ha cuestionado por qué en España han comenzado tan pronto con el cierre de las centrales térmicas si el documento borrador de la Transición Justa “pide que el cese de estas industrias comience en 2021 y se haga paulatinamente hasta el 2028 o 2030”.
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