La gran mayoría de las empresas energéticas europeas se encuentran poco expuestas ante el conflicto entre Rusia y Ucrania debido a las limitadas operaciones materiales que desarrollan en ambos países, aunque sí que se podrían ver afectadas por el previsible encarecimiento de los precios de la energía.
Según un informe publicado este jueves por la agencia de calificación de riesgo Moody's, solo unas pocas compañías europeas del sector sufrirían un impacto directo en sus ingresos si las condiciones macroeconómicas de Rusia y Ucrania se deterioran por culpa del conflicto militar.
Moody's señala al grupo energético italiano Enel, matriz de la española Endesa, como uno de los posibles afectados, ya que cuenta con activos de generación en Rusia a través de su filial Enel Russia, de la que posee un 56 % del capital.
Sin embargo, la agencia recuerda que la aportación de su filial rusa al negocio de Enel es limitada, y representó menos del 1 % de su resultado bruto de explotación (ebitda) en 2020.
La agencia ha explicado en su informe que la principal exposición del sector al conflicto entre Rusia y Ucrania vendría a través de las posibles interrupciones en las importaciones de gas natural ruso, y su efecto en los precios de la energía.
Así, si Rusia decide interrumpir o mermar sus importaciones a la Unión Europea como respuesta a las sanciones impuestas por los 27 estados miembros, los precios del gas y de la electricidad podrían seguir escalando, cuando ya de por sí se encuentran actualmente en niveles muy elevados.
El encarecimiento del gas natural tendría un efecto directo en el precio de la electricidad en los mercados mayoristas europeos, ya que esta materia prima suele marcar el precio final en un mercado eléctrico marginalista que retribuye todas las tecnologías al precio de la más cara.
Pese a esta posibilidad, Moody's asegura que Rusia tiene una larga historia como importador de gas "fiable", incluso en periodos como la Guerra Fría.
Por otro lado, la agencia advierte de el riesgo que existe durante el conflicto militar de que las infraestructuras necesarias para transportar el gas sufran daños materiales, ya que una gran parte de los gaseoductos que conectan Europa y Rusia atraviesan Ucrania.
LAS ENERGÉTICAS ESPAÑOLAS PODRÍAN BENEFICIARSE
De confirmarse el aumento de los precios de la energía tras el comienzo de la ofensiva militar de Rusia sobre Ucrania, compañías españolas como Iberdrola y Naturgy podrían salir beneficiadas de esta situación.
Así, Moody's explica que Iberdrola no está expuesta a una posible interrupción de las importaciones de gas de Rusia, y en mercados como Reino Unido y España algunas de sus plantas renovables podrían beneficiarse de los altos precios del gas.
Por su parte, Naturgy vería como su flota de buques metaneros que transportan gas natural licuado (GNL) se beneficia del aumento de los precios del gas ante la mayor demanda.
Aún así, la agencia recuerda que la gran mayoría de las compañías energéticas europeas venden su producción a largo plazo con precios fijos, limitando los posibles beneficios derivados de un incremento de los precios de la electricidad en el corto plazo.
Pese a ello, estas compañías podrían ser vulnerables a posibles interrupciones en el suministro, ya que se verían forzadas a acudir a los mercados mayoristas a comprar la electricidad que ya habían vendido por adelantado, con las consecuentes pérdidas.
PELIGRO DE INTERVENCIÓN DE LOS GOBIERNOS
Por último, Moody's explica que si los altos precios de la energía se mantienen en el tiempo, los diferentes gobiernos podrían intervenir en el mercado e impactar negativamente el perfil crediticio de las compañías energéticas.
En este sentido, recuerda que las medidas tomadas hasta ahora son consideradas "neutras" desde el punto de vista crediticio, ya que se centran en apoyar a los consumidores a través de rebajas fiscales y ayudas directas.
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