Engie tiene diferencias con la reforma del mercado eléctrico propuesta por España y pide estabilidad

La consejera delegada global del grupo energético francés Engie, Catherine MacGregor, ha dicho que tienen diferencias con la propuesta española para reformar el mercado eléctrico europeo y ha destacado que "sobrerregular la producción" será un problema.

MacGregor ha manifestado este miércoles en un desayuno de Nueva Economía Fórum que les "gustaría mayor estabilidad en España", donde ha señalado, han visto "mucho intervencionismo" y cambios en la política fiscal e industrial.

Asimismo, destacó que es "esencial" preservar el mercado europeo, pues es lo que permite la solidaridad entre los países.

La postura de Engie en la reforma del mercado eléctrico

La responsable del grupo energético francés, sexto actor del mercado energético español, con 3,6 gigavatios (GW) instalados en 2022, ha recalcado que esa mayor estabilidad debería darse no solo en España, sino en todos los países en que opera la compañía, incluida Francia.

MacGregor ha felicitado, no obstante, a España por la introducción del tope al gas en el mercado mayorista eléctrico ibérico.

Ha agregado que el nuevo "mix" energético, con predominio de las renovables, hay que complementarlo con activos flexibles, como el gas y las baterías del almacenamiento, además de con el desarrollo del hidrógeno verde y el biometano para los sectores y usos difíciles de descarbonizar con la electricidad.

En su opinión, hace falta un diseño del mercado eléctrico europeo que haga posible desarrollar ese 'mix', que incluya visibilidad a largo plazo para que los productores desarrollen estas energías, así como apoyar activos flexibles, y encontrar un mecanismo para proteger a los consumidores y que se beneficien de la estabilidad de precios de los contratos a plazo.

Ha explicado que el objetivo tiene que ser preservar y proteger el mercado eléctrico europeo, pues si cada uno intenta hacer lo suyo, se romperá y se introducirán fricciones entre los estados.

MacGregor ha precisado que la remuneración de la capacidad -la que se paga a las instalaciones que están disponibles para garantizar la seguridad del suministro- dará seguridad a los inversores.

Además, ha advertido de que hoy por hoy nadie va a desarrollar una batería para almacenamiento, si no tiene visibilidad para su inversión.

En su opinión, es importante que haya un mercado de compraventa de electricidad a plazo (PPA) que permita a las industrias contratar directamente su energía y garantizársela a un precio asequible a largo plazo.

Por ello, los PPA tienen que ser un "ladrillo importante" en la construcción del diseño del mercado eléctrico europeo, ha señalado.

Respecto a la evolución de los precios de la energía, ha dicho que en Europa "tenemos que enorgullecernos" de tener una situación de seguridad del suministro "bastante halagüeña", con unos niveles de almacenamiento por encima del 80 % en enero.

Eliminar los cuellos de botella en los permisos renovables

MacGregor ha dicho que en España se tienen que quitar los "cuellos de botella" en la obtención de los permisos para conectar instalaciones renovables a la red, y ha pedido a los presentes del sector en el acto que ayuden a la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, en este sentido.

En cuanto a las medidas adoptadas por la UE debido a la invasión rusa de Ucrania, ha señalado que se tomaron algunas muy buenas, como almacenar altos niveles de gas antes del invierno, pero los países se coordinaron un "poco peor" en lo que se refiere a la renta a pagar a las tecnologías inframaginales (las que no usan gas).

Ha indicado que cada país adaptó la decisión de la UE a su 'mix' energético y a su situación, con el riesgo de introducir distorsiones entre los distintos países.

H2Med

MacGregor ha dicho que a la compañía le "entusiasma" mucho el proyecto de la interconexión de hidrógeno H2Med, entre la Peninsula Ibérica y Francia, y que hay "buenos indicios" para que el proyecto fructifique.

Además se ha referido a este corredor de hidrógeno entre la Península Ibérica y Marsella, que los gobiernos de España, Francia y Portugal han pedido que sea declarado Proyecto de Interés Común por la UE.

GRTgaz, que posee y explota la mayor red francesa de transporte de gas y que pertenece en un 61 % a Engie, participa en este proyecto.

MacGregor ha recordado que Francia forma parte de este proyecto y ha afirmado que "hay buenos indicios" para que fructifique, al tiempo que ha manifestado que en Europa cada vez más gente piensa en que el hidrógeno verde no sólo se produzca localmente, sino que pueda importarse y exportarse.

En cuanto a otras interconexiones, ha manifestado que en Engie están "impacientes" de que surjan proyectos como el del H2Med, que es una interconexión muy importante.

MacGregor se ha mostrado a favor de cualquier proyecto que fortalezca el sistema energético europeo, pero debe tener sentido a nivel local, por lo que habría que estudiarlo no sólo en el ámbito europeo sino también en el de cada país.

Por otro lado, ha destacado la importancia de que el régimen regulador de la UE no límite excesivamente el desarrollo del hidrógeno verde, pues es una energía todavía "muy inmadura".

Ha apuntado que la UE puede aprender de Estados Unidos y ha añadido que hay que dejar al mercado del hidrógeno verde "surgir, florecer, sin ponerle demasiadas trabas".

"Es lo que pediría a la Comisión Europea y al Parlamento Europeo porque el hidrógeno verde va a ser muy importante para el desarrollo de Europa en el futuro", ha señalado MacGregor, quien ha recordado que esta es la única forma que hay para descarbonizar la industria pesada, pues da flexibilidad, se puede almacenar, e importar y exportar.

Según MacGregor, la "alianza entre el electrón y la molécula" constituirá el futuro y Engie está trabajando en ese potencial que tiene el hidrógeno verde, donde, da indicado, España "tiene una oportunidad importantísima".

En diciembre GRTgaz firmó el memorando de entendimiento con el resto de socios implicados en el proyecto (entre los que se encuentra la española Enagás), que se quiere que comience a funcionar en 2030.

Con una inversión de 2.500 millones de euros, podrá transportar el 10 % del consumo de hidrógeno verde de la Unión Europea para esa fecha, en torno a dos millones de toneladas al año.