En un entorno de creciente incertidumbre económica y volatilidad en los mercados energéticos, la pregunta sobre si es buen momento para invertir en energías renovables ha cobrado una relevancia significativa. El Banco Central Europeo (BCE) sorprendió al mercado, el 21 de julio de 2022, al anunciar su primera subida de tipos de interés en una década. Esta decisión marcó el inicio de una serie de incrementos que se han repetido hasta en nueve ocasiones adicionales, con la última subida en octubre del año pasado. Este ciclo de aumentos de tipos se ha producido en un contexto de inflación creciente y políticas monetarias restrictivas.
Paralelamente, los precios de la electricidad ya habían comenzado su escalada un año antes. En julio de 2022, aunque se inició una tendencia a la baja, los precios permanecían altos en comparación con los niveles históricos, reflejando la presión de la demanda y las restricciones de suministro energético global.
En la actualidad, nos encontramos con tipos de interés que se mantienen altos y estables. Comparativamente, hay que remontarse a 2008 para ver el EURIBOR en niveles similares. Esta situación ha propiciado la disponibilidad de productos de inversión de bajo riesgo con rentabilidades atractivas, como los depósitos a corto plazo o los bonos del Tesoro a medio plazo con rendimientos en torno al 3%.
Alta volatilidad de precios
Por otro lado, los precios de la electricidad en 2024 han mostrado una notable volatilidad y, en términos generales, se han mantenido bajos. Enero registró precios elevados, únicamente superados por los de enero de 2022. Febrero mostró precios medios, mientras que marzo experimentó niveles históricamente bajos, comparables solo a los de 2001 y 2010.
Abril, con un precio medio de 7 €/MWh, estableció un récord a la baja. Esta dinámica es atribuible tanto a factores estructurales, como la creciente penetración de energías renovables en el mix energético, como a condiciones coyunturales, incluida una primavera excepcionalmente húmeda que ha favorecido la producción hidroeléctrica.
La evolución futura de estos factores es incierta, pero las señales del BCE proporcionan algunas pistas. En abril, tras la última reunión de su Consejo de Gobierno, el BCE decidió mantener los tipos de interés sin cambios, aunque insinuó una posible reducción en junio. Sin embargo, cualquier descenso se espera que sea gradual y menos pronunciado que las subidas observadas en 2022 y 2023.
Oportunidades y desafíos
En el mercado eléctrico, expertos como Javier Revuelta, Senior Principal en AFRY, anticipan que los precios podrían subir en verano debido a la estacional disminución de la producción hidroeléctrica y eólica, combinada con un aumento del consumo eléctrico.
Nos encontramos en un momento singular, caracterizado por tipos de interés altos y precios de la electricidad bajos, una combinación que raramente se ha observado. Esta situación presenta tanto oportunidades como desafíos para los inversores en energías renovables.
Con precios de la electricidad en niveles mínimos y una posible reducción de tipos de interés en el horizonte, las inversiones que sean rentables en las condiciones actuales del mercado eléctrico o que puedan asegurar contratos de compraventa de energía (PPA) para mitigar el riesgo de fluctuación de precios, resultan especialmente atractivas. Estas inversiones tienen el potencial de aprovechar los tipos de interés actuales, ofreciendo rentabilidades competitivas a largo plazo.
En resumen, aunque cualquier decisión de inversión debe estar basada en un análisis riguroso y personalizado, las circunstancias actuales presentan una ventana de oportunidad única para las energías renovables. Los proyectos que puedan operar eficientemente bajo los precios actuales del mercado y asegurar financiamiento en términos favorables podrían ofrecer retornos atractivos en el contexto económico presente y futuro.
Nacho Bautista es CEO de Fundeen.
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