España dispone de más de 10 millones de tejados residenciales disponibles y capaces de ser transformados en generadores de electricidad verde a través de sistemas de generación distribuida que podrían cubrir todo el gasto eléctrico que hacen las familias españolas.
Es una de las principales conclusiones de un informe que ha presentado este martes la operadora eléctrica Holaluz, en el que analiza el potencial del despliegue de la generación distribuida y el papel que puede tener el consumidor para acelerar la transición hacia energías limpias.
La demanda eléctrica doméstica
La operadora ha asegurado que, si se usaran los tejados residenciales para producir energía eléctrica**, esa generación podría absorber el 26% del consumo eléctrico total de España**, lo que equivale al total de la demanda doméstica.
El despliegue masivo de la generación distribuida -subraya Holaluz- tendría especial impacto en la descarbonización de la economía, ya que ahorraría la emisión de 15 millones de toneladas de CO2, un tercio de las emisiones actuales del sector de la generación eléctrica.
Asimismo, Holaluz calcula que, si se cubrieran todos los tejados residenciales disponibles, el ahorro de las familias al substituir parte de su consumo eléctrico por producción propia podría llegar hasta los 750.000 millones de euros, ya que la inversión inicial en autoconsumo se traslada a medio plazo en rebajas en las facturas.
La generación distribuida cuenta actualmente con cerca de 500.000 instalaciones en toda España, una cifra que se traduce en menos de un 5% de penetración de su potencial mercado.
A pesar de que España cuenta con más horas de radiación solar que otros países europeos, las cifras de penetración de la generación distribuida están por debajo de países como Alemania, que cuenta con una penetración de un 20%, o Países Bajos, con un 35%.
Crear una red más "flexible"
El objetivo de España es que para 2030 haya 19 GW de generación distribuida de energía verde, un 270% más que en la actualidad, una meta que, para Holaluz, se puede conseguir, en parte, introduciendo a los hogares en el sistema de producción.
A medida que las energías renovables vayan ganando terreno en España, la operadora eléctrica ha subrayado la importancia de hacer más flexible en sistema eléctrico español, para garantizar el suministro en momentos de baja producción y evitar los vertidos en picos de alta generación renovable.
En ese sentido, Holaluz ha propuesto que se fomenten las baterías, sean industriales o domésticas, y se posibilite que los vehículos eléctricos puedan servir para almacenar energía para el sistema, haciendo más flexible el conjunto de la red.
El informe de Holaluz también destacada que, si no se apuesta por la energía distribuida y, en cambio, se desarrollan sobre todo grandes proyectos industriales de energías renovables, se necesitarían invertir más de 7.000 millones de euros hasta 2030 para poder transportar esa energía a los puntos de consumo.
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