Digitalización

España, candidata firme al liderazgo mundial en "algoritmos verdes"

El país reúne condiciones únicas para liderar la convergencia entre inteligencia artificial y sostenibilidad, según un informe del Observatorio de Energías Renovables para la Economía Digital

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España se encuentra en una posición privilegiada para liderar una de las transformaciones más decisivas del siglo XXI: la integración de inteligencia artificial (IA) y sostenibilidad energética mediante el desarrollo de algoritmos verdes. Así lo concluye el reciente informe “¿Por qué España puede ser líder mundial en algoritmos verdes?”, elaborado por el Observatorio de Energías Renovables para la Economía Digital. El documento traza una hoja de ruta estratégica en la que la innovación tecnológica y la descarbonización dejan de ser vectores independientes para convertirse en un eje común de progreso.

El escenario internacional está marcado por una doble transición de enorme calado: la lucha contra el cambio climático y el avance acelerado de la inteligencia artificial. Ambas fuerzas están redefiniendo la economía, la tecnología y la política global. El informe destaca que estos dos procesos no solo son simultáneos, sino que deben coordinarse estrechamente si se desea alcanzar un futuro justo y viable. Según datos recogidos en el estudio, la IA puede contribuir al cumplimiento de hasta el 93% de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) medioambientales. Sin embargo, su despliegue actual conlleva un alto coste energético que amenaza con socavar sus propios beneficios ecológicos si no se reformula desde una perspectiva sostenible.

Uno de los principales retos que afronta la inteligencia artificial reside en el gran consumo de energía que exige su entrenamiento y operación. La potencia de cálculo necesaria para sostener el crecimiento de la IA se duplica aproximadamente cada cien días. Este ritmo de expansión, sumado al consumo de los centros de datos y la infraestructura de computación en la nube, plantea una amenaza directa a los objetivos climáticos. A pesar de ello, nuevas tecnologías como el modelo DeepSeek-V3 han abierto un horizonte prometedor, al demostrar que es posible reducir el consumo energético de forma significativa sin sacrificar capacidad de procesamiento. Este tipo de innovación apunta hacia una nueva generación de algoritmos verdes capaces de integrar eficiencia energética en su diseño y funcionamiento.

Base sólida

España, en este contexto, aparece como una candidata privilegiada para liderar la transición hacia una inteligencia artificial más verde. El país combina un liderazgo global en energías renovables con una infraestructura digital avanzada y políticas públicas orientadas a la sostenibilidad. Según el informe, en 2024 más del 57% de la electricidad producida en el territorio fue de origen renovable, una cifra que supera ampliamente la media europea. Esta capacidad se debe tanto a condiciones climáticas favorables como a una planificación pública que, durante más de una década, ha estimulado la inversión privada en energía solar y eólica.

El potencial de crecimiento de las renovables en España ha sido reconocido internacionalmente, situando al país como el cuarto en el mundo con mayor proyección en este ámbito, solo por detrás de China, Estados Unidos y Alemania. A ello se suma la consolidación de España como un referente en digitalización dentro de la Unión Europea. Con una posición destacada en el Índice de Economía y Sociedad Digital (DESI), una red de conectividad robusta y una creciente implantación de centros de datos sostenibles, el país ha logrado una base tecnológica sólida para liderar la próxima ola de innovación verde.

El informe subraya que el desarrollo de una IA sostenible también necesita políticas públicas decididas. En este sentido, España ha puesto en marcha iniciativas clave como el Programa Nacional de Algoritmos Verdes, impulsado en el marco de la Estrategia España Digital 2026. Este programa promueve la investigación, certificación y despliegue de sistemas de IA que reduzcan su impacto ambiental. Además, la Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial de 2020 y su actualización en 2024 contemplan medidas específicas para integrar la IA en el sistema energético, desde la optimización del emplazamiento de instalaciones renovables hasta la gestión inteligente de redes eléctricas y la predicción de picos de demanda.

La AIE avala el papel de la IA contra el cambio climático pese a los centros de datos
Los centros de datos representan el 0,5% de las emisiones de combustión actuales.

La política energética también ha acompañado esta visión. El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) plantea alcanzar en 2030 una cuota del 81% de fuentes renovables en el mix eléctrico, con la meta de lograr la neutralidad climática en 2050.

En el plano europeo, la estrategia de la Comisión Europea converge con la ambición española. Iniciativas como el AI Continent Action Plan, con un presupuesto de 200.000 millones de euros, o el Affordable Energy Action Plan, abogan por una integración profunda entre IA y sostenibilidad, promoviendo centros de datos neutros en carbono y servicios de nube verde. Otras iniciativas como el Clean Industrial Deal y la Brújula Digital 2030 reconocen que la descarbonización y la digitalización deben avanzar de forma coordinada. La previsión es que, para finales de la década, tres de cada cuatro empresas europeas hayan adoptado sistemas de IA, macrodatos y computación en la nube. Esta digitalización masiva exige una infraestructura energética limpia y eficiente, lo que refuerza la necesidad de algoritmos verdes y centros de datos sostenibles.

Marca-país

España, como nodo estratégico de interconexión entre continentes, se perfila como una retaguardia tecnológica ideal. Ciudades como Madrid y Barcelona han captado importantes inversiones en centros de datos, mientras que otras regiones como Valencia, Andalucía o Castilla-La Mancha están comenzando a sumarse a esta expansión. La conectividad de alta capacidad, la disponibilidad de energía renovable y la infraestructura existente hacen de España un destino atractivo para alojar este tipo de infraestructuras críticas.

La demanda de los centros de datos en España crecerá un 90% hasta 2028
El informe de Accenture señala que España pasará de una demanda de datos de 1.589 exabytes en 2024 a una de 3.028 exabytes en 2028.

El informe destaca que todos estos factores podrían permitir a España posicionarse como un país de referencia en servicios de digitalización sostenible. Podría liderar el desarrollo de centros de datos y soluciones cloud energéticamente neutros, ofreciendo un modelo exportable al resto del continente. Este enfoque permitiría construir una marca-país basada en la tecnología verde, con beneficios tanto económicos como geopolíticos. La oportunidad, sin embargo, no está garantizada. Requiere ambición política, coordinación institucional y una estrategia nacional clara que alinee recursos, infraestructuras, inversión y regulación hacia una IA sostenible al servicio del planeta.

La Agencia Internacional de la Energía, también citada en el estudio, considera que la inteligencia artificial puede ser una herramienta fundamental para optimizar los sistemas energéticos y facilitar la transición hacia una economía baja en carbono. Pero advierte que este potencial solo se materializará si se diseñan políticas adecuadas que fomenten la eficiencia energética en cada fase del ciclo de vida de la IA, desde el entrenamiento de los modelos hasta su implementación en la industria.

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