España no ha necesitado casi nunca a Marruecos, más bien lo contrario, energéticamente hablando. Entre ambos países hay dos interconexiones eléctricas y lo normal es que España exporte electricidad al país vecino. Pero justo desde el pasado mes de diciembre, el saldo de la interconexión se ha dado la vuelta. Ahora quién exporta electricidad es Marruecos.
¿Por qué? La causa está en los precios. Así funciona el mercado. Cuando el precio es más barato en España, exporta, cuando lo es en otro país, España compra la electricidad lo más barato posible. Sucede normalmente con la nuclear francesa, aunque últimamente ese intercambio a veces tiene saldo exportador para España.
Históricamente el balance con Marruecos es negativo (ver gráfico) pero justo desde diciembre se ha dado la vuelta y Marruecos ya logra producir energía a precios baratos e importarnos su electricidad.
Esto ha sucedido justo en el momento en el que Marruecos ha puesto en marcha una central térmica de carbón de 1.4 GW de potencia y con la que consigue producir a precios competitivos. No está en el sistema ETS europeo de derechos de emisiones de carbono y por tanto su producción térmica es mucho más barata que la española. No paga precio del CO2.
Es por ello que España se dedica ahora a comprar energía eléctrica a Marruecos de esta central térmica. Justo cuando España atraviesa la descarbonización de su economía, se pone a comprar electricidad contaminante al país vecino. ¿Qué dirán los socios europeos de esto?
España ha dado la puntilla a la minería de carbón desde el pasado día 1 y está en proceso de cierre de sus centrales térmicas que se irán apagando en el periodo 2020-2025. Una buena parte de las plantas echarán el cierre en el año 2020. Las plantas de Compostilla y Andorra (Endesa), Lada y Velilla (Iberdrola) y las tres de Naturgy abandonarán la producción térmica con carbón a mediados del próximo año.
El Gobierno trabaja en una transición justa en la que se van a desarrollar distintos planes de revitalización de las zonas afectadas con cientos de millones de euros en ayudas. Pero mientras se pone la cara bonita, por detrás se dedica a comprar electricidad contaminante a otro país como Marruecos, que necesita desarrollarse económicamente y que con una central así lo consigue, a pesar de que contamine.
Es la doble cara del mercado. Abandono el carbón, o inicio ese proceso, pero me beneficio del carbón del vecino.
La central térmica de Safi
La central térmica que ha puesto en marcha Marruecos este diciembre es la de Safi, de 1.386 MW de potencia, con dos unidades de 693 MW cada una. Su producción bruta alcanzará los 10.000 GWh.
Este proyecto lo han puesto en marcha empresas de la talla de Engie o Mitsui y cuenta con la última tecnología.
Está previsto que produzca el 25% de la demanda eléctrica de Marruecos y su inversión ha superado los 2.500 millones de euros.
alicia garcia
31/01/2019