La jugada de ir a una repetición de las elecciones le ha salido rematadamente mal al PSOE. Ha vuelto a ganar, sí, pero con menos votos que el pasado 28 de abril y ha penalizado a la izquierda mientras ha aupado a la derecha, sobre todo a Vox, que se coloca como tercera fuerza en el hemiciclo tras el varapalo de Rivera (Ciudadanos).
El 10N ha dado como ganador de las elecciones generales al PSOE con 120 escaños y 6,75 millones de votos, seguido del PP, con 88 escaños, Vox (52), Unidas Podemos (35), ERC (13), Cs (10), JuntsXCat (8), PNV (7), EH Bildu (5), Más País (3), CUP, Navarra+ y CC (2) y con un escaño BNG, PRC y Teruel Existe.
Con estos datos, se puede decir que el gran ganador de estas elecciones ha sido Vox, y ya lejos, pero también se ven como ganadores los partidos independentistas. Junts ha conseguido más escaños, ha entrado la CUP con dos, Bildu también más escaños, y ha regresado el BNG. El PP también ha sido otro de los vencedores, pero se ha quedado un poco lejos de lo que pretendía conseguir.
En el lado negativo, la gran perdedor ha sido Ciudadanos, que se ha quedado únicamente en 10 escaños y ha perdido 47. Su líder Albert Rivera pondrá su cargo a disposición del partido tras estos pésimos resultados. Pero en el lado de los perdedores también hay que colocar al PSOE (más de 700.000 votos menos) y Unidas Podemos, sin olvidarnos de Íñigo Errejón.
España ha castigado, de aquella manera, a las formaciones que fueron incapaces de dar gobernabilidad al país, y ha aupado a las fuerzas extremas (Vox e independentistas).
Con este panorama, el PSOE se ve en la obligación de pactar como sea y con quien sea. Y el tablero solo le da dos opciones. Una, con la izquierda y el apoyo de los independentistas de ERC, o crear una Gran Coalición con el Partido Popular, justo lo que quería evitar Pedro Sánchez. Peor no le ha podido salir la jugada.
Tras conocerse el resultado, el secretario de organización del PSOE, José Luis Ábalos, aseguró en La Sexta que "no va a haber terceras elecciones". Sánchez salió al balcón a decir que han ganado las elecciones, pero poco más. Sabe que se la juega y que ha fracasado en su intento de conseguir más apoyo. ¡Ay, las encuestas!
En el PP le pasan el balón al presidente en funciones para que mueva primero. Y el resto, a esperar, unos con el cuchillo entre los dientes, otros, lamiéndose las heridas.
Equo, fuera del Congreso
El nuevo Congreso de los Diputados verá como varios diputados que se encargaban de Energía tendrán que ser relevados por otros compañeros. Es el caso de Melisa Rodríguez de Ciudadanos que no ha salido elegida.
La formación verde EQUO desaparece del hemiciclo, y Juantxo López de Uralde (Unidas Podemos) se lleva el gato al agua porque el sí ha salido elegido en Álava. Inés Sabanés (número tres por Madrid en Más País) se ha quedado fuera al igual que el número cuatro Héctor Tejero, y padre del Green New Deal de Íñigo Errejón.
La ministra Teresa Ribera sí ha salido elegida al igual que Guillermo Mariscal en el PP.
Por tanto, habrá nuevas caras en la Comisión de Energía y Cambio Climático de la nueva Legislatura.
Incertidumbre
Probablemente estemos ante el peor escenario para España para encaminar la transición energética. Solo podría salvarse si se alcanza algún tipo de acuerdo, y en el sector energético se ve con mejores ojos una gran coalición PSOE-PP, que un Gobierno con Unidas Podemos y los independentistas.
De momento, la incertidumbre tras los resultados del 10N deja al sector energético con más preocupación si cabe que tras los resultados del 28 de abril.
El tren de la transición energética no espera y el 10N lo único que ha conseguido es que ese tren acelere y dificulte subirse a él con cierta normalidad.
El sector energético necesita de política energética. No se puede estar sin mando en plaza durante tantos meses. Es hora de pactar.
Josep
11/11/2019