España y Portugal han presentado este miércoles una propuesta para que la UE reconozca las características específicas de la Península Ibérica en el almacenamiento de gas, tal y como negocian ya en el caso de los precios del gas en el mercado mayorista de electricidad, y que se fijen unos niveles mínimos de almacenamiento del 80% en 2022 en adelante, frente al objetivo del 90% planteado por la Comisión Europea.
La propuesta, presentada en una reunión de los Veintisiete a nivel de embajadores, demanda que la Península Ibérica sea reconocida como una región con características específicas y plantea que el nivel mínimo de almacenamiento de gas en España y Portugal sea del 80% de su capacidad a partir de 2022 y que se pueda complementar "con las reservas de gas natural licuado (GNL) para alcanzar ese objetivo del 90%".
La propuesta de España y Portugal
La última propuesta energética hispano-lusa, después de que esta misma semana se acordara con Bruselas fijar un tope al precio del gas para la producción de electricidad en el mercado ibérico, insta a contemplar el papel de las instalaciones de GNL en la seguridad energética y a que sean tratadas de la misma forma que las instalaciones de almacenamiento de gas en el subsuelo en el texto legislativo que prepara la Comisión Europea para finales de mayo.
"Portugal y España no pueden estar de acuerdo con enfoques basados en rellenar los depósitos de almacenamiento en el subsuelo por encima del 80% de su capacidad o con obligaciones de fijar volúmenes de almacenamiento basados en la demanda nacional de gas", han apuntado ambos países en su propuesta.
En este sentido, ambos Estados miembros han manifestado su voluntad de compartir el potencial de sus instalaciones de GNL para recibir, almacenarlo y enviarlo a otros países de la UE y utilizar "instrumentos coordinados", como plataformas de compra de GNL, que puedan contribuir a asegurar un suministro asequible al mercado comunitario.
El almacenamiento del gas
Entre los razonamientos para aplicar una excepción ibérica, en este caso al mercado del gas, España y Portugal se refieren a la cantidad de instalaciones operativas de GNL en la península, con una capacidad de regasificación del 38% de la UE y una capacidad de almacenamiento del 50% de la UE.
Mencionan también la alta diversificación de suministro de GNL o la baja capacidad de almacenamiento y extracción subterránea, por lo que alcanzar un 80% del almacenamiento en invierno podría resultar costoso. Además, los países del sur de Europa registran unos niveles de demanda de gas muchos más bajos que los del norte de Europa por la escasa estacionalidad.
"Por tanto, para mantener los niveles de seguridad de abastecimiento de gas, los Gobiernos portugués y español han adoptado su propia regulación nacional que obligan a los cargamentos de gas a mantener los niveles mínimos de reservas de GNL durante el invierno así como reservas estratégicas", detallan ambos Estados para defender la especificidad del sistema de gasificación en la Península.
La demanda del gas
Así, demandan ampliar la definición de instalación de almacenamiento de la Directiva de Gas para incluir las instalaciones de GNL y que se incluya la obligación de almacenar volúmenes mínimos de gas en las instalaciones de GNL.
La Comisión Europea propuso a finales de marzo una obligación para que las instalaciones de almacenamiento de gas en la UE estén al 80% de su capacidad el próximo noviembre de cara a asegurar el suministro para la temporada de invierno tras la ofensiva militar de Rusia en Ucrania.
Esta propuesta legislativa para un nivel mínimo de almacenamiento de las instalaciones de gas en el subsuelo del 80% supuso rebajar las expectativas iniciales del Ejecutivo comunitario que establecían un mínimo de almacenamiento del 90%. Sin embargo, la propuesta legislativa contempla que este sea el umbral mínimo marcado para los próximos años, un objetivo incrementará de forma gradual entre febrero y octubre.
Los líderes de la Unión Europea celebrarán una cumbre extraordinaria los próximos 30 y 31 de mayo centrada en las cuestiones de energía y de defensa, un debate íntimamente ligado a la evolución de la guerra en Ucrania.
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