El politólogo francés David Bénazéraf, del China Programme deputy manager en la Agencia Internacional de la Energía, ha explicado que China, uno de los principales países emisores de CO2 del mundo, se ha concienciado y está tomando medidas contra el cambio climático "ante los graves problemas de contaminación del aire y los consiguientes efectos para la salud que afronta la población".
"China está intentando reducir sus demandas de energía. El principal problema de este país es la polución", ha afirmado Bénazéraf, durante un debate sobre medidas de política económica contra el cambio climático, en la marcha ciclista Moving for Climate NOW que este lunes, 14 de noviembre, abandonaba la ciudad de Khouribga (Marruecos) para continuar su recorrido hasta la Conferencia de las Partes de la Convención de Cambio Climático (COP22) que se está celebrando en Marrakech.
Asimismo, Bénazéraf ha destacado la necesidad de que para el año 2040 se haya producido una revolución energética que consiga mejorar los niveles de polución en este país. Además, durante el coloquio también señalaron las particularidades del sistema político-social chino, un elemento fundamental a la hora de comprender las medidas necesarias para generar un cambio de tendencia en este tema.
Bénazéraf ha realizado trabajo de campo en Kenia, Etiopía, Ghana, Ruanda, Sudáfrica, Angola y China, así como en en organizaciones el Instituto de Planificación Urbanística de Tsinghua y francesas de la Embajada francesa en Pekín.
Tasa a los contaminantes de CO2
Por su parte, el catedrático de economía en la Universidad de Vigo, Xavier Labandeira, ha explicado las ventajas de aplicar una reforma fiscal que ponga una tasa a los contaminantes de CO2. En este sentido, Labandeira ha resumido dichas ventajas en tres puntos: conseguir recursos para la inversión, compensar a los afectados y reducir emisiones.
Así, desde la iniciativa Moving for Climate NOW han indicado que los instrumentos de mandato y control buscan incidir directamente sobre las características climáticas de los distintos procesos, equipos, materiales, etc. De esta forma, han incidido en la necesidad de apostar por limitar la velocidad de los vehículos en las carreteras, limitar las autorizaciones para desarrollar instalaciones muy emisoras si hay otras más limpias como alternativa, o limitar la circulación de vehículos más contaminantes en las ciudades.
Asimismo, abogan por apostar por la energía limpia, obligando a las empresas a producir o utilizar este tipo de energía, como por ejemplo, que un porcentaje fijado sea de origen renovable o sin emisiones de CO2. También, abren la posibilidad de definir estándares de adaptación, por ejemplo, en los requisitos para nuevas edificaciones, industrias u obras públicas.
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