Faes quiere que la nuclear se mantenga abierta todo lo posible. El ex presidente del Gobierno y presidente de la fundación, José María Aznar ha presentado el informe 'Claves de éxito de la transición energética', en el que la fundación apuesta por un acuerdo político para la gobernanza del proceso de transición energética que cuente con el sector privado y se apoye en la eficiencia económica y la competitividad.
En este sentido,
Aznar consideró que plantear acuerdos, complicados ahora debido al "fraccionamiento" existente en la política española, es "sentar las bases generales", algo que es el objetivo de la transición energética, por lo que es necesario "ser coherente en los discursos con las acciones", y destacó que el fin de este documento es "abrir el camino hacia ese debate".
Así, la fundación apunta que la transición energética requerirá un "exigente" proceso de tomas de decisiones en las que habrá que combinar rigor técnico, consenso político, acierto regulatorio e implicación de los actores.
En su informe, la Fundación Faes apunta también como claves para la transición energética la existencia de estabilidad regulatoria y un marco institucional. "Me parece esencial. Es necesario saber a qué atenerse en un plazo razonable de tiempo, y eso significa seguridad jurídica. Todas las situaciones que puedan promover inseguridad deben ser mejoradas", añadió Aznar.
En lo que respecta a los objetivos de la transición energética, el documento valora que son "incompatibles con nada que no sea un sistema energético sin apenas emisiones, aunque destaca que hay que tener en cuenta que no todos los procesos industriales son susceptibles de electrificación, lo que requiere asegurar el suministro de combustibles fósiles.
REDES Y NUCLEARES
Además, cree necesario prestar atención "especial" a las redes, ya que son claves en la estabilidad de los sistemas eléctricos, los soportes físicos de los mercados y base esencial de la eficiencia.
En lo que se refiere a las nucleares, defiende alargar su vida útil hasta que sea posible, ya que la sustitución del parque plantearía construir casi 30.000 megavatios (MW) de nuevas renovables, con su correspondiente inversión adicional en potencia flexible de respaldo, lo que no parece "realista corto plazo", señala el informe.
Además, el informe subraya que su cierre inmediato "podría elevar significativamente los precios finales de la electricidad e incrementar considerablemente las emisiones de CO2. "Son un activo valioso y contribuye a precios bajos, por lo tanto cerrar un activo así antes de tiempo parece poco sensato", dijo Pedro Mielgo, coordinador del informe junto a Miguel Marín.
No obstante, para evitar este cierre del parque nuclear, Faes ve necesario revisar la fiscalidad que actualmente soporta la generación con esta energía, en línea con la petición de las empresas propietarias de estas centrales, ya que se ven claramente discriminadas en relación con las demás tecnologías. "No piden ayuda, piden que se revise esa fiscalidad. Me parece lógico. sobrecargar una producción hasta que deje de ser rentable no parece una solución buena", añadió Mielgo.
Respecto al autoconsumo, Mielgo defendió el papel que puede jugar, ya que tendrá un papel importante a medida que el desarrollo tecnológico abarate los costes y aumente las capacidades, aunque recalcó que no se debe confundir con el llamado 'impuesto al sol', que "no es ningún impuesto, sin el pago por la disponibilidad de la red, que es un principio innegable".
Fukushima4ever
08/03/2018